Prevenir antes de curar. Eso dice el refranero español, y la verdad, es que tiene toda la razón. Si no quieres tener tu césped lleno de plagas, sería conveniente que tomaras en cuenta las cuatro primeras palabras de este artículo. La mayoría de las enfermedades que tiene tu terreno se pueden evitar, para ello, deberás tomar una serie de medidas.
5 claves para no tener plagas en el jardín
- Para empezar, compra plantas de calidad. Si tienen buenas raíces, tallos vigorosos y están bien proporcionadas, ya tienes un punto a tu favor en la batalla contra las invasión de insectos. Antes de cultivarlas, inspecciónalas y si tienen algo sospechoso en su aspecto, deséchalas y compra otras.
- En cuanto a las especies, elige las que sea adecuadas para el clima en el que vives. Las variedades exóticas son más propicias a caer en este tipo de problemas. Debes sembrarlas también teniendo en cuenta el tipo de suelo con el que cuentas. Las condiciones particulares de tu jardín son importantes. Trata de estar actualizado en cuestión de hortalizas y flores, puesto que cada año, salen al mercado nuevas especies con resistencia a virus, hongos, etc. Elige por tanto, las que sean más fuertes.
- A la hora de elegir el lugar para plantar las especies, hazlo en un lugar adecuado. Protégelas del viento con setos o verjas. Si son de sombra, no las pongas a pleno sol y viceversa. Al igual que si no vas a regar, no elijas variedades que necesiten agua en abundancia. Protégelas del frío también.
- Intenta no plantar de forma muy densa, ya que esto puede provocar competencia entre las plantas. De esta forma, conseguirás que no les lleguen bien los nutrientes y el agua y hará que tengas especies débiles y más vulnerables.
- Por último, ten en cuenta la calidad del agua que usas para su riego. Si contiene mucha cal, inducirá a una carencia de hierro en plantas como la hortensia o la gardenia y otras más. Ojo también con el agua de los pozos que puede incubar muchos microorganismos perjudiciales.
