El diseño actual de las viviendas se caracteriza por ser funcional, contemporáneo e innovador. Esas son las claves que destacan en las nuevas viviendas, aunque el diseño es algo más que la estética de la casa. Hay otros atributos como la sostenibilidad, la luminosidad o el confort acústico que conforman el diseño.
A pesar de que a primera vista puede parecer que las promociones son semejantes, las promotoras insisten en que sus edificios residenciales tienen rasgos que los diferencian de la competencia, porque la imagen del edificio es también la identidad de la compañía, es un valor estratégico. “El diseño está enfocado a nivel estratégico a crear una identidad para que se reconozca nuestro producto”, reconoce Lucas Galán, director de producto e innovación en Neinor Homes.
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Viviendas flexibles y personalizadas
El cliente se ha convertido en el único protagonista a la hora de diseñar las viviendas modernas. La máxima de que el cliente es el eje sobre el que se articula el diseño significa que ahora las casas se adaptan a los clientes y no a la inversa, es decir, se construye con el objetivo de satisfacer sus demandas y necesidades. “La tendencia actual es ofrecer una máxima flexibilidad en la distribución de los espacios y la posibilidad de personalización de los ambientes”, apunta José María G. Romojaro, director técnico de Aedas Homes. Gracias a la innovación es posible crear un producto personalizado para cada tipo de familia.
La distribución interior es el primer elemento de diseño que define el estilo de vida del cliente. En la actualidad, la tendencia es crear espacios amplios que faciliten la relación entre los miembros de la familia. “Las cocinas integradas en el salón son un claro reflejo de los cambios del estilo de vida”, señala Majda Labied, directora general de Kronos Homes. “Invertimos casi del doble de tiempo que la media en concebir el diseño de nuestros proyectos. El cliente percibe y valora esa diferenciación, ya que otorga mucha importancia al diseño tanto interior como exterior de su vivienda”.
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Grandes ventanales: luminosidad y ventilación natural
La luminosidad es un atributo diferenciador de las viviendas modernas. La apertura de grandes ventanales es una tendencia que permite satisfacer las exigencias del cliente que demanda viviendas luminosas, que faciliten además una ventilación natural cruzada gracias a las dobles orientaciones. “En función de la localización se abren también amplias terrazas, que son uno de nuestros sellos de identidad”, señala Cristina Ontoso, directora comercial, marketing, comunicación y atención al cliente en Vía Célere.
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Viviendas sostenibles y energéticamente eficientes
Una tendencia clara de las nuevas viviendas es la sostenibilidad, que destaca como uno de los atributos principales del diseño actual. “Se tiene en cuenta el respeto por el medio ambiente no solo en que la construcción de la vivienda impacte lo menos posible, sino que también permita al usuario ahorrar energía”, señala Galán. La construcción de viviendas sostenibles no es solo una exigencia del cliente, viene impuesta además por la normativa. “La eficiencia energética dejará de ser un elemento diferenciador de las viviendas porque las altas exigencias serán de obligado cumplimiento en todas las promociones”, avanzan desde Aedas.
Una gran parte de las nuevas viviendas cuentan con sellos de sostenibilidad como el BREEAM que garantizan, entre otras cuestiones, que en su construcción se han utilizado materiales con un bajo impacto medioambiental que, además, facilitan un ahorro energético lo que supone un ahorro económico a los clientes en las facturas de los suministros.
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Viviendas con la máxima calificación energéticas
Las exigencias fijadas por el Código Técnico de la Edificación han fomentado la construcción de viviendas con la máxima calificación energética A, que utilizan fuentes de energía renovable para su funcionamiento. Entre las energías utilizadas en estas viviendas, desde Vía Célere destacan el uso de la energía geotérmica, “porque es renovable y limpia, con rendimientos muy elevados al trabajar contra el subsuelo que permite además liberar espacio de la vivienda, al eliminarse los equipos de producción individuales”. La eficiencia energética se completa con la instalación de sistemas de ventilación de doble flujo, con recuperación de calor que permite ventilar la vivienda de forma controlada sin necesidad de abrir las ventanas, explica Cristina Ontoso.
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Materiales innovadores y construcción industrializada
El diseño actual tiende al uso de materiales más innovadores, elementos industrializados y piezas de gran formato como consecuencia de la modernización que se está produciendo en el sector. La construcción tradicional sobre el terreno comienza a ser sustituida por la industrializada más sostenible, donde “se optimiza más la calidad y los plazos de ejecución de la obra”, apuntan en Aedas Homes.
En Vía Célere cuentan con una división especializada en la industrialización de proyectos que “proporciona sistemas modulares en baños de alta calidad fabricados en entornos controlados en cadena de montaje, totalmente terminados y colocados en obra a falta de conectar las instalaciones generales”.
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Las fachadas blancas sustituyen a los ladrillos rojos
Desde el punto de vista puramente estético, una de las características más determinantes del diseño contemporáneo es la presencia abrumadora de fachadas blancas. Frente a la imagen del ‘boom’ inmobiliario asociada con los edificios de ladrillo rojo, las nuevas construcciones quieren diferenciarse apostando por las fachadas blancas. “Como ruptura y para dar una imagen más renovada, fresca y atractiva ahora la tendencia es hacer edificios más claros por eso el color que predomina en las fachadas es el blanco”, apunta Lucas Galán.
La tendencia ahora es sustituir el ladrillo como principal material de construcción, “por otros sistemas de fachada, más eficientes y más sostenibles”, señalan en Kronos. “Los promotores hemos visto necesario un cambio en la forma en la que se concebían los proyectos; pero también ha sido impulsado por los clientes, que son más exigentes y muestran cada vez más interés por el diseño y la arquitectura”.
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Equipos multidisciplinares frente a arquitectura de autor
A la hora de diseñar los edificios residenciales lo habitual es contar con arquitectos especializados en la edificación residencial. Cuando las compañías no disponen de un departamento propio de arquitectura, la selección de los arquitectos puede ser a través de concursos restringidos como en Aedas o Neinor, donde tienen que pasar un proceso de homologación en el que se valora la experiencia, solvencia y talento de los profesionales.
“En Neinor hacemos arquitectura de cliente, no de autor”, señala Galán, “el arquitecto es la persona encargada de hacer realidad el proyecto, pero la promoción inmobiliaria es un trabajo de equipo y el arquitecto es una pieza dentro de un equipo multidisciplinar que hace el producto que quiere el cliente”. En Vía Célere tienen un equipo interno que marca las directrices y trabajan con estudios de arquitectura externos elegidos con un sistema de homologación para ejecutar los proyectos. Mientras, Kronos se ha apoyado en referentes de la arquitectura como el estudio A-Cero o Rafael de La-Hoz o jóvenes talentos como Jesús Gallego.
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La tecnología es una prioridad
Además de sostenible, la vivienda nueva tiene que ser tecnológica, con la incorporación de sistemas domóticos que empiezan a ser habituales para la apertura y cierre de ventanas, control de la luz interior o de los sistemas de calefacción y aire acondicionado. “Cada vez se incorpora más tecnología en la vivienda y vamos configurando lo que es la smart house”, apunta Galán, “somos más digitales y por eso intentamos que la vivienda incorpore cada vez más tecnología”. En Neinor Homes, reconocen que la vivienda se entiende como una plataforma donde se van a ir incorporando diferentes tecnologías que se podrán controlar desde el móvil.
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El diseño es el valor diferenciador de las viviendas
El valor principal que marca la decisión de compra de una casa es siempre la localización. Una vez decidida la zona, entra en juego el segundo valor, el precio, “Localización y precio son dos decisiones racionales, dónde quiero vivir y qué puedo pagar para comprar allí mi vivienda, mientras que el diseño es el valor diferencial de las promociones”, apunta Lucas Galán. “El diseño es un intangible difícil de medir pero forma parte esencial del valor de la vivienda”.
Los promotores coinciden en que el diseño estético no tiene por qué estar vinculado a un precio más caro de la vivienda. “Un buen diseño siempre es un valor diferenciador añadido a la promoción y, por tanto, siempre será una importante herramienta de ventas pero su repercusión en el precio de la vivienda es escasa”, matiza Romojaro.
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El diseño no es solo para las viviendas de lujo
En contra de la idea generalizada que tiende a asociar el diseño con las viviendas de lujo, desde las promotoras reconocen que no existe esta diferenciación en los distintos segmentos de vivienda. “Cuando se trata de viviendas más premium destacan por zonas comunes más amplias, por viviendas más grandes o por una zona más valorada, pero el diseño no tiene por qué verse afectado”, explica Cristina Ontoso. No obstante, en las viviendas de lujo, como reconoce en Aedas “contar con un alto presupuesto permite una mayor libertad creativa y plantear espacios, volúmenes y materiales que, de otra forma, no se podría asumir”. Aunque los promotores concluyen que el buen diseño no tiene por qué ser caro.
