La progresiva caída del precio de la vivienda desde que estalló la crisis ha hecho que surjan oportunidades en el mercado. No obstante, dada la coyuntura laboral actual, las ofertas de crédito, la futura situación fiscal y la crisis económica, es aconsejable tener una serie de aspectos en cuenta que recomiendan desde Kelisto.es:
- Medir bien el presupuesto. Para intentar comprar un determinado inmueble es fundamental que en nuestro presupuesto contemos con unos ahorros previos equivalentes al 20-30% del valor de tasación de la vivienda para obtener el préstamo del 80% restante. La cuota mensual de la hipoteca que se vaya a contratar no debe superar el 30-35% de tus ingresos. Para ello, «saca la calculadora, divide tu ingresos netos anuales entre 12 y determina cuál sería la cantidad que podrías pagar cada mes», aconsejan desde el portal de ahorro. Los gastos añadidos comolos impuestos, la gestoría, la tasación, la inscripción en el registro de la propiedad y los gastos de notaría, equivalen al 10% del valor del inmueble.
- Analizar las características de la casa. Aparte del precio, hay que analizar la superficie y distribución, la orientación, las calidades y acabados, el estado de las zonas comunes, los sistemas de agua, luz y gas y el tipo de calefacción. También es importante el acceso a servicios básicos (centros de salud, colegios…), las comunicaciones, el transporte o las plazas de aparcamiento.
- Comparar todas las ofertas hipotecarias. No hay que conformarse con la oferta que te haga tu banco de toda la vida. Comparando con el resto del mercado se contratará la mejor opción que se agradecerá en el futuro.
- No fijarse solo en el diferencial. La hipoteca más barata no es la del diferencial más bajo. Las comisiones, los productos vinculados, las cláusulas (como la de suelo y techo) o el porcentaje máximo de financiación son aspectos que pueden encarecer mucho la hipoteca. Eligiendo bien te puedes ahorrar hasta 2.050 euros cada año.
- Cuidar los aspectos legales. Mirar en el Registro de la Propiedad la situación jurídica de la vivienda nos permitirá saber si la vivienda tiene cargas hipotecarias y más tarde para inscribirse como propietario. También será necesario acudir a un notario, no solo para elaborar la escritura pública, sino para pedir asesoramiento sobre cualquier cuestión legal. Habrá que pagar los impuestos comunes a cualquier tipo de inmueble, como el de Actos Jurídicos Documentados, y otros que varían en función de si la casa es nueva o de segunda mano.
