Hay veces que llegas a casa cansado, con los músculos agarrotados de la tensión diaria y, si es invierno, puede que sientas algo de frío. Piensas en lo que te vendría bien y la respuesta es una sauna. Pero salir de casa y dirigirte hasta el gimnasio, no es algo que te apetezca. La solución está bien clara, poner una sauna en tu casa.
Es cierto que si no tienes una casa grande o con alguna habitación libre, será complicado, pero como soñar es gratis, supongamos que dispones de alguna de las dos posibilidades. No desesperes, porque si cuentas con un espacio pequeño, puedes probar a instalarla en el baño. Necesitarás unos 4 metros cuadrados, así que piensa de dónde vas a sacarlos y manos a la obra.
Un sauna paso a paso
- Elige la tipología. La primera opción es la sauna finlandesa, que se trata de una habitación de madera en la que habrá un calefactor eléctrico para calentar las piedras que desprenden calor seco. La segunda opción es la sauna de vapor o baño turco que, como su propio nombre indica, funciona con el vapor de agua caliente. La tercera opción es la sauna por infrarrojos, con beneficios muy similares a la finlandesa pero con un nivel de ahorro mayor.
- El material. La cabina de la sauna estará completamente revestida de un machimbre especial, denominado hemlock, que es una madera que proviene de Canadá. Tiene una buena capacidad higroscópica y soporta el calor y la dilatación, así como la contracción de sus poros.
- Todo bien cerrado. La sauna tiene que contar con una puerta hermética de madera. No te olvides de dejar algún punto de ventilación pero, recuerda que la madera ayudará a que no se escape el calor ni se disperse el vapor que se genera dentro de la sauna.
- Temperatura. El calor debe oscilar entre los 70º C y los 100º C. Cuelga algún reloj de arena para controlar el tiempo de exposición, pues no es recomendable estar largo tiempo dentro de la sauna. Lo ideal es no superar los 15 minutos. Cuando salgas de la sauna, se recomienda un baño de agua fresca.
- Ubicación. Sería recomendable que esta se pueda instalar en cualquier lugar en el que se vaya a disfrutar en compañía de familia o amigos. Recuerda que es importante que ésta tenga en la medida de lo posible una ventana o puerta transparente para evitar así la sensación de claustrofobia que pueda ocasionar un espacio cerrado y de calor como la sauna.
Con todo bien pensado para tu sauna en casa, ahora solo queda disfrutarla. ¿Te animas?