Presentar bien una casa que se va a vender es crucial. De la primera impresión que dé a los posibles compradores dependerá gran parte del éxito. Por eso, decorar las habitaciones no es una irrelevante tarea de DIY (‘Házlo tú mismo’), ni tampoco deben aparecer muy caracterizada de una determinada época o estilo. A continuación, ponemos algunos ejemplos de cuándo los vendedores pueden pensar que su casa tiene una presentación asombrosa… que no lo es tanto:
- El mobiliario es un ‘fiasco’ y la decoración no acaba de encajar. La casa debe presentarse con su mejor iluminación y con los muebles lo mejor distribuidos posible en el espacio. El mobiliario puede ser del propietario, comprado en tiendas económicas, de segunda mano o incluso alquilado. Estas opciones se deben utilizar cuando los nuevos muebles estén en mejores condiciones, sean más atractivos o se adapten mejor al espacio disponible. El mensaje que debe dar el agente inmobiliario al vendedor es conseguir un resultado limpio y sencillo que potencie el espacio.
- Crear escenas o habitaciones temáticas. Una escena de playa (bola, paraguas y todo) en un dormitorio, un mural parisino con una réplica de la Torre Eiffel, colecciones extrañas de taxidermia, o de monedas… Todos estos ejemplos de la vida real en casas en venta han hecho más mal que bien. El posible comprador debe ser capaz de visualizar una versión mejorada de su vida en esa vivienda, que no va a conseguir con esta decoración.
- La casa no está ni limpia ni ordenada. Si se está viviendo en la casa, será difícil tenerla perfecta en todas las visitas que se reciban. Y no hace falta tener la casa sucia o hecha un caos para desagradar a un posible comprador. Solo un poco de desorden puede echarlo todo a perder. No hay que subestimar el poder de las pilas de ropa amontonada, del correo, de los documentos, los platos sin limpiar o los juguetes de los niños para desactivar el encanto de la vivienda y echar a perder todo el duro trabajo y el dinero de la preparación inicial.
- Detalles importantes. Los detalles a veces lo son todo. Es el caso de dejar algunos cuartos sin arreglar. Por ejemplo, si las habitaciones de la casa están impolutas, pero los cuartos de los hijos son un desastre o no se puede entrar al trastero, acabarán dando una mala impresión general. Por otro lado, no se puede descuidar tanto el interior como el exterior de la casa: el patio, el jardín o las terrazas también deben estar cuidadas. Los olores fuertes tampoco deben descuidarse. Si se tienen mascotas o se fuma, hay que procurar ventilar previamente la propiedad.
- El Home Staging no es lo mismo que una bonita decoración. Hay que diferenciar entre un buen interiorista que refleje exactamente el estilo decorativo que se quiera plasmar o un Home Stager que aplique un estilo neutro al conjunto de las estancias para que el comprador pueda personalizarlo a su antojo.
