Tradicionalmente el bandó se ha utilizado para ocultar el tambor de la persiana y revestir el conjunto. Puede ser liso o con pliegues, y son unos indispensables en los paneles japoneses. Sin embargo, ve olvidándote de todo lo que has visto hasta ahora porque éste complemento del mundo textil ha sufrido una transformación.
El nuevo bandó
- Las últimas tendencias parece que se han olvidado un poco de ellos y se decantan por las cortinas sencillas sin mucho “aderezo”, pero todavía hay nostálgicos que no quieren renunciar a ellos aunque, eso sí, los han evolucionado. Un ejemplo es el de esta imagen. La cortina ha desaparecido y ha quedado únicamente el bandó con unas ondas y borlas en la parte inferior.
- Lo mismo sucede en esta otra fotografía, sí al bandó no a la cortina. La cocina pasa a ser otro de los lugares donde el bandó es bien recibido, pero sin compañera de viaje. Aquí el tejido es un visillo blanco con un bordado en la parte inferior. No te pierdas el detalle, las pequeñas bolitas que lo sujetan.
- No salimos de la cocina aunque ahora cambiamos a un modelo más barroco. En este caso se ha elegido un tejido estampado en tonos crema y con mayor cuerpo. Para colgarlo se ha colocado una barra. Sin duda, es una opción original y que está cobrando cada vez más fuerza, aunque no parece muy práctico para evitar miradas indiscretas. La cortina sigue sin hacer acto de presencia.
- Pero hay quien no se resiste al dúo formado por bandó y cortina, aunque un poco particular porque la barra sigue estando a la vista. La tela hace juego con los cojines. En general un salón un poco recargado de motivos florales, no apto para los minimalistas.
- Terminamos en el cuarto de baño porque aquí también hay cortina ¿verdad? Sin duda, poner bandó es una opción elegante y poco habitual, que te dará un toque de distinción. La tela en tonos marrones combina con los azulejos y el resto de la decoración.
¿Qué te parecen los nuevos diseños? ¿Eres original o prefieres las propuestas más tradicionales?