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5 tecnologías para ahorrar agua en el baño

El agua es un recurso del que disfrutamos sin reservas cada día, pero en otros países es un bien escaso. Usarla de forma racional en el hogar es una prioridad, más aún si tenemos exteriores en los que haya una piscina o un jardín que necesite riego. Dentro de la casa, las estancias donde más agua se gasta son la cocina y el baño, ganando en volumen el segundo claramente. Evitar el derroche está en nuestras manos.

Cuando la conciencia hace su aparición en el mundo del diseño, el resultado son productos que cuidan del medio ambiente y, al mismo tiempo, suponen una ahorro para nuestro bolsillo. La tecnología es capaz de reducir el consumo de agua en cocinas y baños hasta límites impensables. Vamos a hacer un repaso por las diferentes aplicaciones, tanto las ya conocidas como las que no están extendidas.

Consejos para ahorrar agua

1. Sistemas de descarga – Antes, para reducir el gasto de agua en los inodoros, colocábamos una botella en la cisterna para reducir la capacidad de la misma. Con la aparición de los sistemas de doble descarga o descarga interrumpida, todo es más sencillo. Los primeros tienen dos botones: uno que permite una descarga de bajo volumen (unos 3 litros) y otra de alto (4,5 o 6, depende del modelo). El otro método depende del usuario, que será el que, pulsando dos veces, primero inicie la descarga y después la interrumpa.

2. Aireadores y perlizadores – Son ya viejos conocidos, no solo del baño, sino también del fregadero de la cocina. Si no vienen de serie porque tu piso es antiguo, cómpralos en la ferretería más cercana. Al ser de rosca, se instalan fácilmente. Son muy necesarios porque el lavabo es un gran coladero de agua, ya que no siempre cerramos el grifo cuando toca lavarse los dientes o cuando ellos tienen que afeitarse. Los aireadores son algo más baratos que los perlizadores, dado que los primeros solo limitan la salida de agua, mientras que los segundos añaden aire al caudal.

3. Reductores y limitadores de caudal – Ducharse en vez de bañarse es una máxima que aprendimos hace tiempo. Si además de seguir este consejo limitamos el flujo, estaremos incrementando el ahorro. Los reductores o limitadores suelen colocarse entre la toma de agua y la alcachofa o entre el grifo y el flexo. Los simples no se ven afectados por la presión y proporcionan un chorro constante, mientras que los volumétricos sí que son sensibles, dependiendo el caudal de la presión de trabajo.

4. Aprovechamiento de aguas grises – Un paso más allá en el ahorro de agua en el baño lo dan los modelos de inodoros que aprovechan el agua del lavabo cuando se tira de la cadena. Cuando se abre el grifo del lavabo, el agua que se va por el sumidero se filtra pasando un depósito donde queda limpia de impurezas. Después, pasa al tanque de descarga del retrete para salir expulsada al darle al pulsador. También hay prototipos que, además de aprovechar el agua del lavabo, también lo hacen con la de la ducha.

5. Grifos electrónicos – Hemos aceptado como algo normal el dejar correr el agua un rato antes de que ésta alcance la temperatura adecuada. Igualmente, se pierde algo de tiempo en ajustar la cantidad al gusto del consumidor. El último grito en ahorro de agua son los grifos que incluyen una plantalla táctil LCD que permite seleccionar la temperatura, la presión y el caudal directamente. La pega de los modelos disponibles en el mercado es que son bastante caros.

Estar en paz con el entorno significa llevar a cabo prácticas sostenibles y eficientes. No somos conscientes de lo afortunados que somos por abrir el grifo y disfrutar de agua potable sea la hora que sea. ¿Cómo contribuyes tú al ahorro de agua? Al margen de estas tecnologías, ¿empleas algún truco para consumir menos?

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