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5 ventajas e inconvenientes de las piscinas desmontables

Si hay pequeños en casa y quieres improvisar una zona de baño sin un gran desembolso, hay opciones en el mercado que garantizan un buen chapuzón para los niños y un rincón para refrescarse para los adultos. Con una piscina de media altura, hinchable o desmontable logras la seguridad de tus hijos y sus amigos mientras tú también te permites un momento de remojo. Si tienes un jardín pequeño o poco presupuesto, hay piscinas para adultos y niños, baratas, grandes y pequeñas, con menos capacidad o menos y de sencillo montaje.

5 Piscinas económicas desmontables para adultos y niños

  1. No son la mejor opción para hacerse un largo, pero en cada etapa de nuestra vida es necesario saber elegir y sopesar las opciones. Cuando los niños son pequeños no merece la pena una gran piscina de obra, ya que la constante vigilancia de los peques puede resultar más pesada que si ajustas la cantidad de agua a la estatura de los niños para garantizar un baño seguro y sin importantes incidentes.
  2. Cuando era pequeña, la típica piscina montable tubular de plástico fue mi compañera de baños cada verano. Una altura de medio metro era suficiente para hacerme disfrutar en el agua. Esto no impedía que mis padres pudieran jugar conmigo mientras se refrescaban con el agua por la cintura cuando se sentaban.
  3. Por suerte, hoy el mercado ofrece muchas más opciones, piscinas desmontables, hinchables, de plástico o de acero y chapa galvanizada. Redondas, cuadradas, de un metro o de metro y medio máximo, de pequeño tamaño o más grandes según la edad de los niños.
  4. Además de prácticas, estas piscinas son muy económicas y hoy se fabrican con materiales de calidad que garantizan la durabilidad para unos 3 a 5 años con un buen mantenimiento. Otra ventaja es la enorme facilidad de montaje y desmontaje de estas piscinas. Cuando pasan de cierto tamaño, estas piscinas también incorporan depuradoras y sistemas de limpieza. Algunas incorporan hasta la lona para mantener el agua limpia.
  5. Las piscinas de plástico, por ejemplo, se refuerzan con paredes laterales con tres capas. Una capa interna con malla de poliéster laminado y dos capas exteriores de PVC de gran grosor. De esta manera se evitan los pinchazos y las pérdidas de agua.

Hoy no hay excusa para no montar una piscina en casa y evitarse el paseo al recinto municipal y público.

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