El anuncio de los últimos cambios fiscales en materia de alquiler hacen preguntarse a los expertos sobre el avance o retroceso de este mercado. Por un lado, los pilares básicos anunciados por el Gobierno son el alquiler y la rehabilitación, no obstante, las últimas medidas que se incluirá en la reforma fiscal será la supresión de ayudas para los inquilinos y propietarios.
Una de las novedades es la inclusión de una subvención de 200 euros para los inquilinos en las rentas bajas. A pesar de que el parque de viviendas alquiladas en España ha crecido del 7% en 2007 a cerca del 20% en 2013, la eliminación de desgravaciones para alquilar hace pensar que se está poniendo freno a este mercado de nuevo. Para potenciar su expansión, los expertos recomiendan otras medidas.
1. Una deducción por alquilar vivienda habitual
«La mejor manera de equiparar el mercado del alquiler al de la compra es poner en vigor la misma deducción fiscal del 15% que existía por la compra de una vivienda habitual, pero por alquilar la primera vivienda», apunta David Caraballo, director comercial de Alquiler Seguro. El impulso que dio esta medida ayudó al auge del mercado de la compra y ayudaría a que fuera el alquiler la primera opción.
2. Recuperar las deducciones al inquilino eliminadas
El anuncio del Gobierno de eliminar de la desgravación fiscal máxima de hasta el 10,05% para los inquilinos con una base imponible siempre inferior a 24.107,20 euros anuales ha supuesto una decepción para los inquilinos. Por otra parte, la subvención de 200 euros mensuales para los contribuyentes que vivan de alquiler y ganen menos de 22.365 euros al año y paguen menos de 600 euros de renta mensual, no ha dejado a todo el mundo satisfecho, ya que lo siguen viendo insuficiente para potenciar este mercado. Solo un sector muy constreñido de la población, se beneficio de ello y mejora a nivel global.
3. Mantener la exención para el propietario
El Consejo de Ministros del pasado 20 de junio decidió que los propietarios a partir de 2015 dejarían de disfrutar de la exención de declarar el 100% si se alquilaban a menores del 30 años. También redujo la exención del 60%, equiparando todos los alquileres al 50%. Finalmente, al finales de julio, decidieron mantener la deducción fiscal en el IRPF por los rendimientos de capital inmobiliario por alquilar vivienda en el 60%.
Aparte de marear la perdiz, rebajar las subvenciones no hace más que «desanimar a los propietarios a alquilar o a invertir en reformas en la vivienda alquilada», asegura Caraballo. Asimismo, sigue sin favorecer el alquiler para los jóvenes.
4. Recuperar la Renta Básica de Emancipación pero aplicada al IRPF
La ya extinta subvención de 210 euros que recibían alrededor de 60.000 jóvenes en España se eliminó por «los compromisos de gasto y obligaciones en materia de ayudas a la vivienda, insostenibles», ya que contribuyen a aumentar el déficit. Para un país donde un 77,7% de los jóvenes menores de 30 años aún sigue viviendo con sus padres por la precariedad de los empleos y con una tasa de paro del 55,5%, la falta de ayudas sigue sin sacarles del hoyo.
Asimismo, estas ayudas deberían concederse directamente por la declaración de la renta. «Si de algo se caracteriza España es la picaresca, por eso, creo que esos 200 euros no se deberían entregar en dinero, sino deducirse del IRPF, ya que en la mayoría de los acaban por no destinarse al pago del alquiler», argumenta Caraballo.
5. Parque público de alquiler
Algunos de los países más desarrollados de Europa, como Alemania, se caracterizan por una alta tasa de población viviendo de alquiler. En país donde más del 80% de los hogares españoles son propietarios de su vivienda, el parque de alquiler siempre ha estado a la zaga. De las 6.000 casas procedentes de las entidades bancarias en el Fondo Social de Viviendas (FSV) que había disponibles solo se adjudicaron alrededor de 258 a familias desahuciadas en 2013. No obstante, la vivienda social sigue siendo inaccesible a la mayoría de la población y sin satisfacer las necesidades de alquiler.
«Lo ideal sería crear viveros de casas de familias en vivienda sociales integradas en todas las partes de la ciudad y que los propietarios particulares recibieran una ayuda del Estado por alquilar a estas familias con menos recursos», proponen desde Alquiler Seguro. La manera de asegurar una justa adjudicación sería revisando periódicamente las rentas de las familias para saber cuándo serían capaces de pagar los alquileres del mercado libre para dejar espacio a otras que realmente lo necesiten.
6. Mantener las ayudas para reformar las viviendas alquiladas
El actual programa de ayudas del Plan de Vivienda 2013-2016, que llega a cubrir hasta el 35% del presupuesto por obras de rehabilitación en una vivienda por valor máximo de 11.000 euros, por construir una vivienda en sustitución de otra por un coste máximo de 30.000 euros o por rehabilitar una casa con el fin de mejorar su calidad y sostenibilidad por 2.000 euros, debe respetarse e incluso mejorarse para seguir incentivando actuaciones de rehabilitación. Más deducciones que beneficien en la mejora de los inmuebles, harían que los propietarios invirtieran más en el alquiler.
7. Reforzar medios humanos y materiales en los juzgados
La problemática crónica que sufre la seguridad jurídica de los alquileres es la falta de juzgados y de personal dedicados a agilizar el tema del impago y desahucio de los inquilinos morosos. A pesar de la entrada en vigor de la mal llamada Ley de ‘desahucio exprés’ a finales de diciembre de 2009, la dificultad de los juzgados para reducir el tiempo a 10 días en que se desaloja a los morosos siguen siendo patente.
El tiempo medio que tarda un propietario en recuperar su casa sigue estando en alrededor de un año, y normalmente es muy improbable conseguir una indemnización por los daños en la vivienda. Este es el mayor obstáculo para la expansión de este mercado, y aparentemente el más difícil de resolver para seguir dándole alas al parque de arrendamiento.
