En algunos pisos de hoy en día, tipo loft, es necesario que exista una diversidad de ambientes. Para diferenciar el cambio de atmósferas en un mismo lugar se pueden usar tabiques, pero en tal caso habría que invertir dinero para realizar las obras. Además, el uso de elementos fijos opacos provoca un efecto de aislamiento que rompe con la idea de crear estancias diáfanas. En este post, apostamos por las telas.
Cortinas para dividir estancias
El objetivo es conseguir dividir de forma adecuada diferentes entornos de una misma y amplia habitación. Los complementos textiles se ponen de tu lado. La ventaja que tienen, además de su ligereza, es que no provocarán una ruptura drástica entre los ambientes y por otro, son movibles.
- Seda – En ambientes de corte elegante y sofisticado, nada mejor que decantarse por el brillo de la seda. Otra opción, aunque algo pesada en climas calurosos es el terciopelo. Ambas aportan riqueza y opulencia.
- Visillo – Las telas de algodón son todo lo contrario al ejemplo anterior. Resultan mucho más ligeras, aunque su efecto traslúcido quizá no logre el efecto divisor que estás buscando, dado que dejan pasar la luz.
- Paneles japoneses – Su rigidez es capaz de imitar perfectamente a un tabique, pero con un catálogo de estampados infinito. Al mismo tiempo, su división en secciones permite emplearlos como si fueran puertas correderas.
- Tapices – Este tipo de telas menos formales y más desenfadadas son perfectas para las habitaciones juveniles. Conseguirán cierta intimidad entre la zona de descanso y la de estudio.
- Ganchillo – Lo que hoy en día se llama crochet es el macramé de toda la vida, el que nos enseñaron nuestras abuelas. Una pieza como esta, tejida con hilo blanco en punto gordo, aportará el punto retro a tu vivienda.
- Metálica – Los hilos metálicos también son capaces de dividir espacios cuando se presentan en forma de cortina. El acabado es asunto tuyo: dorado, plateado o cobrizo, aunque también puedes pintarlo en otros tonos.
- Veneciana – Aunque no es tela, sí es una variación de la cortina clásica. Las lamas de este tipo de persianas suelen ser de madera o de plástico. Su mecanismo de apertura y cierre te permitirá jugar con los espacios.
