7 malas decisiones decorativas que hacen que tu casa luzca un poco cutre

Decorar es una cuestión de gustos, pero a veces tomamos decisiones sobre el interiorismo que dan a nuestra casa un aspecto poco estético, falto de sentido, que esquiva las miradas… En un palabra: cutre. Estos errores son más comunes de lo que imaginas y trastocan de lleno el objetivo que tenías en mente, que no es otro que convertir tu casa en un refugio donde la comodidad no esté reñida con la elegancia.

Todos hemos caído en alguna de estas trampas decorativas en algún momento, pero no te preocupes porque dar un paso atrás y lograr que tus decisiones sean capaces de construir un resultado que irradie armonía, en el que no falte ni sobre nada, es muy fácil. Vamos a ayudarte a identificar y corregir esos deslices para que tu hogar sea acogedor y parezca sacado de una revista.

1. No te líes a poner cosas así porque sí

No hay peor enemigo que la acumulación de cosas sin ton ni son. Sobrecargar el espacio es un error que se comete sin que apenas nos percatemos. Es realmente fácil dejarse llevar por la emoción al comprar muebles y accesorios, sobre todo, si estamos enganchados a Internet, pero hay que evitar ese ataque impulsivo y recordar la mítica frase ‘menos es más’. Una habitación abarrotada da sensación de desorden, y a la larga, incluso es incómoda porque te será difícil transitar por ella.

Para evitar este error, antes de añadir nada a tu carrito, mide el espacio y calcula qué te cabe. Así escogerás muebles con las dimensiones adecuadas y podrás distribuirlos sin problemas. Es esencial apostar por piezas que sean proporcionadas al tamaño de la habitación y dejar suficiente espacio entre ellas para permitir que haya fluidez física y visual. No te apuntes a la moda del ‘horror vacui’ y deja algunos espacios vacíos para que la estancia respire y se note más espaciosa.

2. Cuidado con la elección de colores y sus combinaciones

El color es una herramienta poderosa en la decoración, pero usarlo de manera descontrolada puede ser contraproducente. Las combinaciones de colores estridentes pueden resultar abrumadoras y agotar visualmente a quienes están en la habitación. En lugar de optar por colores llamativos en todas partes, es mejor elegir una paleta de colores más suaves y coherentes que sienten las bases de una atmósfera relajante y armoniosa. Por supuesto, no renuncies al contraste, pero en pequeñas dosis será más sofisticado.

Para encontrar la combinación de tonalidades perfecta para tu hogar, ten en cuenta la luz natural. Si hay poca, una paleta oscura no será la mejor opción. También tienes que considerar con qué estilo de decoración te sientes a gusto y, como no, la psicología de los colores, puesto que, por ejemplo, los fríos tienen poder sedante y los cálidos son más energéticos. En cuanto a las combinaciones de estampados, hay que tener mucho tacto, así que si no tienes experiencia, lo básico siempre quedará bien, pero sin caer en lo soso. Equilibrio ante todo.

3. Mejor pocos muebles, pero de buena calidad

Es posible que si te acabas de tu mudar, tu cuenta corriente no esté para más dispendios. Al principio, es normal que quieras gastar lo mínimo, y eso te llevará a comprar muebles baratos. Esto está bien, pero con el tiempo lo ideal es invertir en muebles de calidad cuya resistencia y estilo atemporal hagan que a la larga merezcan la pena. El mobiliario, cuanto más ajustado en precio, más rápido se desgasta, y esto hace que tu casa luzca descuidada.

Materiales como la madera maciza y los tejidos duraderos son un éxito asegurado. Si tu presupuesto no llega para comprar nuevos, aprovecha las épocas de rebajas. Igualmente, ten siempre en mente la alternativa de la segunda mano, que es una solución con la que ayudas al medioambiente.

4. Usa el eclecticismo como arma

Puede que vivas la historia del arte con auténtica pasión, pero esto no es excusa para convertir tu casa un museo. La decoración temática tiene su atractivo, pero es fácil caer en la trampa del exceso cuando este estilo específico inunda toda la casa. Si bien un toque que hable de tus gustos agrega personalidad y carácter a un espacio, demasiados elementos con un único enfoque pueden hacer que tu hogar se sienta abrumado y poco sofisticado.

Para evitar este error, opta por elementos decorativos más sutiles y versátiles, que reflejen tus intereses, pero sin dominar la habitación por completo. En este sentido, el eclecticismo es una tendencia que acoge de buen grado todo un catálogo de pulsiones decorativas. Pero para mezclar, hay que jugar, así que baraja diferentes combinaciones. Seguro que al final, aciertas de lleno.

5. Tus espacios exteriores son clave

Los espacios conectados con el exterior muchas veces son los grandes olvidados. Quizá tu interior sea magnífico, pero tu jardín sea un caos porque lo usas de trastero. Es hora de prestarle atención y buscar la manera de que también proyecte lujo, aunque no te hayas gastado ni un solo euro. Para ello, lo primero es una limpieza a fondo.

No hay nada más desolador que levantar la vista hacia un bloque de viviendas y ver las terrazas desangeladas. Un conjunto de mesa y sillas ya suma mucho, pero no los dejes solos a la intemperie. Unos cojines a juego en las sillas y un farol sobre la mesa son elecciones sabias. Las paredes también se pueden decorar con algún cuadro, platos decorativos o un tapiz.

6. Que todo tenga su función

La funcionalidad es tan importante como la estética cuando se trata de decorar tu hogar. Son dos caras de la misma moneda. No tiene sentido tener una sala de estar de mírame y no me toques o una cocina poco práctica que te obligue a dedicar más tiempo a la limpieza que a su uso. Antes de embarcarte en un proyecto de decoración, es importante tener en cuenta cómo se utilizará cada espacio y elegir muebles y accesorios que se adapten a tus necesidades y estilo de vida.

Para asegurarte de que tu hogar sea práctico, no te olvides de reservar en exclusiva algo de superficie para el almacenaje y escoge elementos que sean fáciles de mantener. La ornamentación es indispensable, pero siempre habrá pinturas y papeles pintados lavables frente a otros más delicados. No hay nada peor que tener un sofá que sea incómodo, por muy bonito que sea.

7. No descuides los pequeños detalles

Esta frase nos recuerda que cualquier aspecto, por pequeño que sea, puede desestabilizar el conjunto. Los pequeños detalles marcan la diferencia. Cojines deshilachados, una figura rota, un cuadro mal colgado… Presta atención a estos aspectos para que tu casa sea especial. Por otro lado, cuida esos rincones que no dicen nada y dales un nuevo aire.

No te imaginas lo que puede hacer por el interiorismo una mesa auxiliar un jarrón con flores secas, unos libros colocados de forma estratégica o un conjunto de velas aromáticas. En la cocina, que cada plato sea de un diseño diferente es algo que queda bien en contadas ocasiones, así que mejor que todo siga la misma línea. En el baño, no está de más colocar un ambientador tipo mikado, más que uno de plástico. Crear un casa bonita, que transmita buenas vibraciones es, en definitiva, algo de sentido común.

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