7 razones por las que de verdad merece la pena esperar para comprar

¿Presionado para comprar una vivienda? ¿Ves que tu entorno se ha metido en una hipoteca y tú todavía vives con tus padres o de alquiler? Son muchos los factores que nos mueven a dar el paso paso para adquirir una vivienda. Sin embargo, debemos estar seguros de que cuando tomamos la decisión lo hacemos en el momento correcto. Y es que son muchas las razones por las que de verdad merece la pena tomarnos nuestro tiempo y esperar para comprar.

1. Si tu alquiler es accesible, quédate en él

¿Vives de alquiler y pagas una renta relativamente baja por tu vivienda? Entonces, sigue en ella. Permanecer arrendando el inmueble te permitirá seguir ahorrando o, si te atreves, invirtiendo. Esta solución te facilitará contar con un colchón mayor, que podrás destinar no solo a imprevistos sino también a amortizar una mayor cantidad de tu futura casa.

Del mismo modo, debes considerar las ventajas que te ofrece el alquiler frente a la compra, que van más allá de poder moverte con facilidad o de tener más libertad a la hora de elegir inmueble. Y es que los costes asociados al mantenimiento de la vivienda no te corresponden, al igual que el pago de tributos asociados a ella.

2. Calcula cómo se mueve el precio en tu zona

No te dejes avasallar por informes generalistas sobre el precio del mercado y fíjate en tu realidad próxima. De nada te sirve saber que el valor de la vivienda en la costa está subiendo si a ti lo que te interesa es comprar en la España vaciada. Por eso, indaga sobre el precio de la vivienda en tu mercado local: cómo se mueve y qué perspectivas de futuro tiene.

Así, cuanto más te aproximes a conocer el precio del inmueble que realmente te interesa, mayor margen para maniobrar tendrás, pudiendo decidir si es el momento adecuado para dar el paso o dejarlo para más adelante. Para llevar a cabo este procedimiento no seas impaciente e invierte el tiempo que sea necesario. En el largo plazo tus finanzas te lo agradecerán.

3. No te fíes de una aparente caída del precio

Acotado el mercado, es posible que te hayas percatado de que el precio de la vivienda en el área que te interesa está bajando: bien por la situación actual de los tipos de interés, que está haciendo caer las operaciones de compraventa, bien por aspectos propios de la zona, que estén alejando la demanda hacia otros mercados.

Y es que una caída del precio puede ser puntual y cambiar de signo en menos tiempo del que puedes darte cuenta. De igual modo, puede que te decidas a comprar y las viviendas que te interesan continúen bajando de precio por más tiempo. Ante esta tesitura, conviene que esperes y no tomes la decisión de forma precipitada.

4. Huye de los tipos de interés altos

La mayor parte de compradores de vivienda lo hacen hipotecándose, por lo que deben pedir prestado dinero a una entidad que financia la operación a un tipo de interés determinado. Este indicador es vital a la hora de aplazar la compra de tu casa, pues si se encuentra elevado terminarás pagando mucho más por ella.

A lo largo de la historia los tipos de interés han mostrado picos, que han provocado que los clientes adquieran vivienda a precios insospechados unos meses antes. El actual es uno de esos momentos. Por eso, te conviene esperar a que el mercado hipotecario se calme y puedas acceder a unas condiciones de financiación más ventajosas. Tu bolsillo te lo agradecerá.

5. Revisa tu situación financiera

De sobra es conocido que los expertos del sector de la vivienda no recomiendan comprar si la tasa de esfuerzo que representa la operación se come más de un 35% de tus ingresos. Para evitar esta problemática y ahorrarte dolores de cabeza, no busques un inmueble residencial antes de asegurarte que vas a poder pagarlo con tranquilidad.

Para llevar a cabo este proceso, analiza no solo tu nivel de ingresos, vía salarial o mediante otras alternativas, como la inversión en Bolsa o alquileres de otros activos; sino tus gastos. En el caso de que estas partidas supongan un porcentaje elevado de tus ganancias, será el momento de que en lugar de buscar vivienda te replantees tu nivel de vida y comiences a tomar decisiones para mejorar tu tasa de ahorro.

6. Prevé que vas a tener trabajo

La compra de una vivienda, salvo cuando es a tocateja, conlleva un compromiso con tu banco a muy largo plazo. Por eso es mejor que puedas constatar que, durante ese tiempo, vas a contar con ingresos suficientes para pagar las cuotas de la hipoteca. Estos, por norma general, deberían proceder de tu trabajo, de manera que deberías garantizar que vas a tenerlo antes de sumergirte en este tipo de procedimientos.

De lo contrario, piensa que te verías abocado a vivir una situación de incertidumbre, a buscar rápidamente otro puesto y a aceptar unas condiciones laborales que quizás no te correspondan. O lo que es peor: la falta de ingresos podría llevarte a solicitar préstamos a familiares, conocidos o agentes externos. Estos últimos podrían exigirte unos intereses demasiado altos por su devolución, lo que te llevaría a un callejón sin salida.

7. Busca alternativas a la hipoteca

Si sueñas con tener tu propia vivienda, igual debes cambiar el chip y configurar un plan de acción que te lleve a conseguir este objetivo. El mismo podría pasar por hacer frente, directamente, a la compraventa, sin tener que hipotecarte. El ahorro previo, en este sentido, resulta fundamental.

Lo mismo sucede con el tipo de inmueble por el que vayas a decantarte. Igual te conviene más esperar y ahorrar lo suficiente por una vivienda más pequeña y con menos servicios, pero que te permita ser más libre. Todo depende de la importancia que le des a este valor y hasta q

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