Los estudiantes universitarios son uno de los tipos de inquilinos más numerosos que existen en España, de los que se pueden beneficiar aquellos dueños de inmuebles situados en zonas urbanas con acceso a este tipo de centro formativos. Es por ello que, a continuación, recorremos las claves con las que debe contar un inmueble para que sea alquilado por uno o varios estudiantes universitarios.
- Precio. El alquiler debe ser reducido y, por norma general, no superar los 400 euros. Así, para más de la mitad de los estudiantes el precio del alquiler de una habitación no debería superar los 300 euros.
- Gastos incluidos. Es aconsejable que en el precio del inmueble estén incluidos los gastos relativos a la calefacción, el agua y la luz, así como a servicios complementarios como Internet.
- Mobiliario. Es una de las cuestiones más importantes para un tercio de los inquilinos universitarios es el mobiliario. Quieren que en los pisos este se encuentre en buen estado.
- Habitaciones. Menos de uno de cada diez estudiantes viven solos, por lo que al alquilar la vivienda por habituaciones los propietarios obtienen una mayor rentabilidad.
- Transporte público. La mayoría de los estudiantes prefiere contar con acceso próximo a un buen sistema de transportes, a pesar de vivir cerca de la universidad.
- Convivencia. Tres de cada cuatro universitarios busca compartir piso, por lo que alquilar un inmueble a estudiantes se convierte en una vía rápida de conseguir inquilinos.
- Anunciar la vivienda. Internet es la manera más eficaz de alquilar un piso a estudiantes universitarios. En este sentido, se recomienda que se expliquen las características del mismo de manera detallada.
- Tamaño. Es una cuestión secundaria para el alquiler. De hecho, los estudiantes sitúan por delante de sus prioridades el orden y la limpieza.
