Inquilinos y propietarios pueden verse afectados por distintos abusos, a la hora de llevar a cabo un contrato de alquiler. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) indican, que uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan los arrendatarios es que el intermediario pretenda cobrarle una comisión, aun en el caso en que este solo ha contestado a un anuncio que él mismo ha buscado, sin haber acudido a los servicios de ningún profesional.
Otro posible abuso que se da a menudo es la falta de condiciones mínimas de la vivienda alquilada, o la falta de conservación. Los problemas también pueden llegar por el lado de la duración de los contrarios, pues algunos arrendadores obligan a sus inquilinos a firmar contratos por seis meses u otros períodos inferiores al año. En cuanto a los arrendadores, su principal problema está relacionado con el grado de solvencia de los inquilinos.