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Nuevas opciones para los estudiantes.

Alquiler para estudiantes

Personas avaladas por sus padres que no pueden ‘perder su empleo’ son la mejor opción como inquilino hoy en día.

Ahora es el momento del alquiler. La precaria situación laboral de los españoles actualmente hace que su primera opción –y menos comprometida económicamente- para acceder a una vivienda sea alquilar. Por eso, éste se ha convertido en el modelo para los propietarios que no pueden vender de forma rentable, saquen partido a sus inmuebles. No obstante, tampoco esta opción resulta ser la más segura. Muchos inquilinos están dejando de pagar porque han perdido su trabajo o han disminuido sus ingresos, por eso, algunos de los alquileres que resultan más rentables es por habitaciones y concretamente a estudiantes…

Personas avaladas por sus padres que no pueden ‘perder su empleo’ son la mejor opción hoy en día para escoger un inquilino. Tanto universitarios nacionales o extranjeros conforman una demanda numerosa, que incluso alcanza cada vez más las personas de una franja de edad de 30 años para arriba. El alquiler por habitaciones no suele exigir unas rentas demasiado elevadas, pues suelen rondar desde los 250 a los 450 euros. Algo que en la mayoría de los casos resulta mucho más económico que el pago de una residencia –que puede no bajar de los 900 euros- y que además, proporciona más independencia. Es una forma de asegurarse tener los pisos llenos.

Estudiantes, los más rentables

Los estudiantes son un perfil con alta garantía de pago porque, aunque en un principio pueda responder a la renta que les corresponde con un trabajo parcial, siempre contarán con el respaldo de la familia. Si los padres no tienen holgura económica, difícilmente se plantearán la posibilidad de alquilar una habitación para su hijo estudiante…”, razona Miguel Ángel Alemany, director general de pisocompartido.com.

“No hay prácticamente problemas de impagos, porque si un estudiante no tiene dinero, no se va a otra ciudad a hacer la carrera”, añade Ángel Cervera, director ejecutivo de Aluni.net, empresa que ofrece habitaciones en apartamentos a estudiantes universitarios, estudiantes de cursos de español y a jóvenes profesionales. “Alquilar a estudiantes es muy rentable si se le dedica tiempo, porque hay bastante rotación, pero para que la haya también hace falta promover bien el piso entre las universidades, tenerlo limpio y preparado para enseñarlo y para la llegada de cada estudiante”, recalca Cervera.

Fiestas, ruidos…

No obstante, tampoco están exentos de inconvenientes. Estos jóvenes inquilinos también tienen sus particularidades… Las fiestas, los ruidos y la a veces escasa limpieza del apartamento son las razones más comunes que pueden generar problemas. Susete B. es una estudiante portuguesa que vive en un piso grande en el barrio madrileño de Juan Bravo con otros seis compañeros más. «El problema más común es que hay unas normas de reciclaje en casa y no todos los compañeros las cumplen… También me he tenido que despertar muchas veces cuando algunos hacen fiestas y no me dejan dormir». Ricardo S. otro estudiante de Patatabrava, que también vive en un piso con siete estudiantes afirma que es el piso más organizado y tranquilo donde ha vivido: «Los propietarios están tan contentos con el grupo que ya hace tres años que nos alquilan el piso. Hay que controlar el perfil de los inquilinos, no la cantidad. También hay que tener en cuenta que no se puede alquilar un piso de 45m2 a cinco estudiantes. Eso es garantía de caos y destrucción».

“En los pisos de estudiantes hay más fiestas, y si no se respetan las horas de descanso, es posible tener problemas con los vecinos”, señala Alemany. Las visitas de la policía alertada por el resto de habitantes del edificio suelen ser algo habitual y esto es precisamente lo que más quebraderos de cabeza puede dar a los propietarios. Desde Aluni.net, intentan moderar en toda medida estos descalabros. “Nosotros ponemos las normas de convivencia básicas en los contratos de alquiler en Internet, y el estudiante mismo es el que las acepta. Por eso, la selección de los estudiantes corre a cargo de ellos mismos”, señalan desde la empresa, que contacta con estudiantes a través de más de 200 universidades públicas y privadas de Madrid y también a través de escuelas diversas, aunque otro buen método es traer jóvenes recomendados por antiguos inquilinos. «Los problemas -si los hay- en muchos casos nacen de contratos poco claros y malentendidos en que, tanto el inquilino como el propietario tienen parte de culpa. Consideramos que es totalmente seguro siempre y cuando la relación sea totalmente transparente», apuntan desde Patatabrava.com, el portal de los universitarios.

Contratos más flexibles

La ventaja que tiene es que en caso de problemas, los contratos por habitaciones permiten echar a los inquilinos antes. «El plazo de estancia que fijan las partes no está sujeto a los tres años que establece la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU)«, confirma José Antonio Fernández Rodríguez, abogado del departamento jurídico de Alquiler Protegido, y añade que el problema es que los estudiantes suelen alquilar por periodo lectivo: «En los meses de verano el piso no está arrendado y, además, el propietario no tiene la seguridad de volver a alquilarlo al año siguiente». Por eso, la única forma de echar al estudiante sería en caso de incumplimiento de las cláusulas o vencimiento del contrato, que además, se debería plantear una demanda por el procedimiento correspondiente en función de la cuantía y presentando pruebas. «Es un procedimiento más largo y posiblemente más costoso que el juicio verbal establecido para el desahucio, en el caso del arrendamiento de vivienda», apunta Fernández.

El propietario tendrá que realizar un contrato de alquiler distinto por cada inquilino. Además, tiene que darse en vivienda amueblada, por lo que deben reflejarse normas sobre la utilización de las zonas comunes. «Al contrario que en alquileres tradicionales, en la vivienda por habitaciones, nos encontramos con la responsabilidad de cada uno de los inquilinos, entre ellos mismos y con respecto a la propiedad», recuerda el abogado. Afortunadamente, los pisos por habitaciones con estudiantes es algo que nunca va a faltar en tiempos de crisis. Si los propietarios no pueden vender, quizás sea hora de que se informen de esta manera de arrendar a inquilinos de forma múltiple, algo rentable incluso ahora, que entraña menos riesgo de impago y menos problemas que los más tradicionales… La crisis es una oportunidad y también una era de cambio y reconversión.

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