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¿Qué aspectos legales debo tener en cuenta a la hora de iniciar una obra en casa?

Es habitual que la reforma de una vivienda pueda ocasionar problemas. No sólo las molestias e incomodidades propias de tener que soportar una obra en el domicilio propio, sino también pueden surgir problemas desde el punto de vista legal.

En este sentido, son varios los aspectos que deben tenerse en cuenta y se concretan en tres ámbitos independientes pero que, a su vez, están relacionados: la vía administrativa, la propiedad horizontal y el derecho de obligaciones y consumo.

Desde el punto de vista administrativo,deben respetarse algunas normas y la primera de ellas es la obligación de obtención de licencia de obra o la comunicación al ayuntamiento de la ejecución de la misma. Dependiendo de la envergadura de los trabajos que se van a realizar y de la propia normativa de cada corporación municipal, deberá realizarse una u otra. Además, podrá considerarse necesaria la redacción y visado de un proyecto firmado por un profesional habilitado. También deben controlarse (y obtenerse los permisos adecuados) para la retirada de residuos y escombro y, en su caso, para su depósito temporal en la vía pública a través de contenedores. En este mismo campo hay que cuidar de cumplir otras normativas que puede variar de una localidad a otra como las relativas a horarios o ruidos.

Desde el punto de vista de la propiedad horizontal, habrá de cuidarse de que las obras no afecten a elementos comunes del edificio si la vivienda está integrada en una comunidad de propietarios. En este sentido, cabe señalar que bajantes, ascendentes, elementos estructurales y fachada, entre otros, tienen ese carácter por lo que si se van a ver afectados deberá contarse con la autorización de la comunidad de propietarios. También es frecuente que algunas comunidades cuenten con estatutos o reglamentos internos que regulen, limiten u organicen la forma y modo de ejecutarse las obras y, como es obvio, también deberán respetarse.

Y por último no debe olvidarse la conveniencia de dejar reflejado en un contrato firmado con la empresa o profesional que va a realizar la obra que contemple todos los pormenores de la misma. Así, es fundamental contar con un presupuesto (aceptado) que refleje cada partida de la obra; especificar claramente el momento de inicio de la obra y plazo de ejecución; sanciones por el retraso; determinar claramente la situaciones que den la posibilidad de resolver unilateralmente el contrato por el incumplimiento (lo que evitará cualquier problema a la hora de contratar a un tercero que termine la obra si fuera necesario); la responsabilidad por parte del contratista frente a los trabajadores y subcontratistas; que determine a quien corresponde la obligación de obtener las licencias y permisos necesarios; la obligación de suscribir un seguro por los daños que se puedan causar a terceros. Estas son las  circunstancias fundamentales que deben tenerse en cuenta al suscribir un contrato de ejecución de obras. Y, por supuesto, todos los pagos deberán quedar reflejados en la factura correspondiente que es la garantía de poder reclamar en un futuro.

Todo ello salvo mejor opinión.

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