Cocinar es un placer, nadie lo niega. Pero más allá de tener que fregar ollas, sartenes o platos una vez culminadas las creaciones, el proceso en sí puede ocasionar una serie de molestias que no hay por qué sufrir. Los humos y olores generados al usar los fogones tienen solución. Instalar un extractor de humos es todo lo que necesitas para acabar con estos inconvenientes inherentes a la tarea de cocinar. Aunque su aportación al conjunto de la cocina también tiene una dimensión estética que no hay que menospreciar.
La actividad en la cocina puede ser la causa de olores y vapores incompatibles con la armonía del hogar. Instalar un extractor de humos es algo relativamente sencillo que te ayudará a eliminarlos
En todo caso, la funcionalidad de las campanas extractoras va más allá de absorber los humos o evitar que los olores se propaguen por toda la casa. Estos elementos también son claves para crear una atmósfera saludable. Su mecanismo permite eliminar la grasa en suspensión así como el vapor mediante el filtrado y la evacuación del aire al exterior.
Como en cualquier otra tarea de bricolaje que emprendas, lo primero que debes hacer es contar con las herramientas apropiadas. Dependiendo del tipo de campana que elijas necesitarás unas u otras aunque, por norma general, existen ciertas piezas que no pueden faltar.
Metro y nivel son parte de las herramientas imprescindibles para una colocación correcta, como también lo son un destornillador y un taladro, con sus correspondientes tornillos y tacos (aunque lo más probable es que vengan acompañando al propio electrodoméstico).
Puede incluso que necesites un martillo y, en algunos casos, también una sierra. Para trabajar con seguridad no olvides hacerte con unas gafas protectoras, guantes y mascarillas.
Pero antes de instalar un extractor de humos conviene que tengas en cuenta que existen diferentes tipos. Aunque la mayoría de las cocinas apuestan por campanas extractoras, en el mercado puedes encontrar simples extractores cuya función se limita filtrar el aire local. Dado lo limitado de su rendimiento este tipo de sistemas suele quedar relegado a baños pequeños y sin ventanas.
Dentro del capítulo de campanas, existen también diferencias entre las extractoras (evacúan hacia el exterior) y los modelos filtrantes (limpian el aire pero con un sistema de recirculación).
La instalación del aparato dependerá, en buena medida, del tipo de extractor que elijas y de cómo sea tu cocina. La clave está en conseguir una extracción segura y eficiente
Para optimizar las posibilidades de tu extractor hay ciertos aspectos que debes tener presentes. Dado que, por lo general, la campana extractora está situada encima de la zona de cocción, su tamaño debe ser igual o superior al de esta.
Además, a excepción de las campanas de techo o los extractores de encimera, todas deben estar ubicadas a una altura de entre 65-70 centímetros de la cocina de gas y de entre 55 y 60 centímetros si es vitrocerámica.
Completados los pasos anteriores llegará el momento de la instalación. La mayoría de los aparatos incluyen las instrucciones del fabricante aunque, si no es así, colocar el extractor es relativamente sencillo.
Empieza por tomar medidas y marcar la zona del mueble o la pared (dependiendo del tipo de campana elegida) donde irán los elementos de sujeción. Si se trata de un extractor telescópico es posible que tengas que acondicionar el interior del mueble por lo que también tendrás que marcar la zona donde instalarás el tubo que conecte con la salida de humos.
Con todas las referencias claras, instalar tu extractor de humos será muy sencillo. Haz los agujeros que necesites, corta los orificios para el tubo y, una vez limpia la zona, coloca el extractor.
Solo tienes que ir atornillándolo a los anclajes e ir colocando cada elemento en su lugar. Una vez hayas terminado, solo te faltará conectar el tubo con la salida de humos y podrás empezar a disfrutar de tu extractor.
¿Te atreves a instalar un extractor de humos en la cocina tú mismo o prefieres delegar la tarea en un profesional?
