El capitoné es un recurso utilizado en tapicería que consiste en cubrir de guata, acolchar y mullir cualquier superficie. Una vez realizado este proceso se fija un botón fuertemente con el fin de producir la hendidura con la que se conseguirá un bonito efecto. Te sonará haberlo visto en sofás Chester y en algunos cabeceros orejeros. Si quieres adquirir uno de éstos últimos para tu cuarto, mira la variedad de modelos y formas que puedes encontrar.
5 ejemplos de cabeceros con capitoné
Para dormitorios muy femeninos son una buena idea, sobre todo si la tela elegida es un terciopelo rosa. Puede ser con forma de cabecero orejero o una versión más moderna con formas originales. Otra buena elección es que el cabecero sea tan alto que no haga falta colgar cuadros para decorar la estancia.
Otro modelo puede ser con formas redondeadas asemejandose a una duna. En terciopelo malva se ha combinado con una lámpara turquesa. La nota de color la ponen los cojines estampados.
Las habitaciones en blanco nuclear nunca me han gustado mucho. En realidad si apuestas por una estancia «blanco total» lo que conseguirás es que nada destaque. En este cuarto cuesta diferenciar unos elementos de otros y precisamente el grandioso cabecero pasa desapercibido.
Renovar un cabecero clásico con un retapizado en una tela con un color llamativo puede ser una buena idea. En este caso se ha combinado mobiliario y textiles románticos con una lámina de una chica en moto enmarcada.
