Si eres de los que no se marean en los barcos y el dulce vaivén de las olas te relaja sin producirte indisposición, podrás tener una de estas maravillas visuales y originales. Las camas colgantes llegan para quedarse y para elevarte al séptimo cielo dónde viven los sueños.
Ikea ha creado esta cama colgante, especialmente, para Casa Decor 2012. El mueble, de forja blanca, se sujeta del techo con unas cadenas revestidas, también en blanco. El uso de los textiles adecuados puede conseguir este escenario propio de un cuento de hadas.
Otra ventaja de esta disposición de las camas es el ahorro de espacio y la posibilidad de integrar varias un uno pequeño. En esta habitación infantil, cuatro camas se acoplan desde el techo para cuatro habitantes que se lo pasarán en grande desde las alturas. Si las paredes no hacen de límite, no olvides añadir un elemento de sujeción para los pequeños.
En este dormitorio juvenil, vemos de nuevo la integración en armonía de tres camas de madera, muy minimalistas. En este caso, la sujeción corre a cargo de unas cuerdas ancladas a paredes y techos, además de la fijación de la propia madera a modo de estantería.
Para ambientes más vanguardistas y urbanos, las cuerdas son sustituidas por materiales más fríos como el cable grueso o las cadenas. Sea cual sea el material para el colgado, este debe ser siempre resistente y seguro. Es recomendable acudir a un profesional para el anclado si no quieres que un susto altere tu descanso.
En espacios de estilo industrial, como esta fábrica convertida en vivienda gracias a la decoración de Carmen Barasona, una cama colgante hecha de palés es el elemento protagonista. De nuevo las cuerdas, esta vez en blanco, son las elegidas, por su fácil combinación con la madera, para unir la cama a las vigas del techo.
Otras firmas se han especializado en la fabricación de camas, específicamente colgantes. Si el modelo es adecuado, pueden conseguirse espacios tan étnicos y chic como este.
Y para ambientes originales, si aprovechamos la evocación a las olas del mar que nos despiertan las camas colgantes, que mejor que su estructura la forme una barca restaurada. Un estilo sabby chic, dónde las cuerdas y nudos marineros no podían faltar.
Despega los pies del suelo y sumérgete en tus sueños mientras flotas en el aire. Y no olvides contarnos la experiencia.
