La rotación del alquiler es alta, así que cada vez son más los arrendatarios que en algún momento de sus vidas cambian ese estado por el de propietario de una vivienda. Para mantener el nuevo inmueble como el primer día, los expertos sostienen que hay que cuidar las instalaciones interiores y los electrodomésticos. De este modo se evitarán incendios e inundaciones en la vivienda.
Otro aspecto importante susceptible de ser cuidado tiene que ver con la instalación eléctrica, pues un fallo en esta convertiría al hogar en una fuente de problemas para el dueño. De igual modo, es importante revisar la calefacción y el aire acondicionado, incluso fuera de temporada. Finalmente, se debe tener presente tanto el estado de los conductos como de las ventilaciones del inmueble.