Cómo cambiar la decoración sin gastar un solo euro

El presupuesto no siempre acompaña cuando queremos darle un nuevo aire a la decoración de nuestra casa. Aunque nos enamoremos a primera vista de un mueble, después vemos el precio y nos damos un baño de realidad. Tener una casa en la que sentirse a gusto es esencial, y esto se consigue con un interiorismo que transmita buenas vibraciones.

Un mobiliario desgastado o la ausencia total de complementos crea espacios donde no apetece estar. Si quieres que tu hogar experimente un cambio a mejor, estos consejos te ayudarán a conseguirlo sin tener que dejar tu cuenta bancaria tiritando.

Limpieza y orden

El aspecto descuidado es el mayor enemigo de la decoración. Unas estanterías con polvo o con los libros colocados de cualquier manera no hace bien a la visión de conjunto. ¿Qué tal ordenarlos por colores y usar objetos decorativos como topes? Lo mismo pasa con los armarios. Quizá no des importancia a su interior porque no se ve, pero tu mente estará más relajada si te tomas un tiempo para ordenar tus prendas en perchas adecuadamente y colocas todo lo que guardas en el interior de los cajones.

Las lámparas son las grandes olvidadas muchas veces. Pásalas un paño, bombilla incluida, para que la iluminación sea mejor. Con los textiles hay que tener algo de mano. Unas cortinas sucias dan una impresión horrible, igual que unos cojines pequeños, que tendrás que ahuecar, al igual que los que componen el sofá. ¿Y si intercambias los cojines de la cama por los del sofá? Las jarapas y otras alfombras que uses en casa tienen que pasar por la lavadora para que sus colores se mantengan vivos y tengan ese aspecto refrescante y esponjoso que tanto viste.

Cambia la distribución

No puedes comprarte un sofá o una cama nueva porque, si son de buena calidad, no tiene sentido, pero sí que puedes cambiarlos de sitio y reconfigurar tu salón y tu dormitorio para no aburrirte de ver siempre lo mismo. Cambiar de sitio los muebles es una acción sencilla que no te va a costar dinero, y la nueva escena que consigas supone un aliciente visual radical. Obviamente, tendrás que preocuparte por que la disposición de los elementos no entorpezca el paso y sea lógica.

La cocina y el baño son menos flexibles cuando se trata de diseñar una composición diferente, pero puedes jugar con los elementos que ocupan las encimeras o esos muebles auxiliares, como carritos o estanterías, en las que guardas tus especias y conservas o tus enseres de higiene diaria. En la terraza también puedes pensar en modificaciones combinando las plantas y flores de otra forma o presentando los muebles de exterior de otro modo.

Creatividad al poder

A veces para ir de compras no hace falta ir de tiendas. Seguro que en tu trastero, oculto en algún rincón, tienes elementos que en su día te pareció buena idea comprar o guardar y están languideciendo. Ese frutero olvidado puede transformarse en un foco de atención si lo decoras con limones, y esa vieja caja vacía, forrada con tela, te servirá meter cargadores, pilas o móviles que estorban a la vista. ¿Qué tal si esa cesta de mimbre la conviertes en una pantalla de lámpara o usas esa salsera como un original vaciabolsillos?

En primavera, aprovecha para cortar flores de almendro o de cerezo, o directamente, recoge algo de cortadera, que se asemeja a las plumas, para aportar un toque de distinción y romanticismo a ese jarrón que tienes muerto de la risa en un rincón. Y si no tienes jarrones, no pasa nada. Hay marcas de botellas de agua o de vino con etiquetas muy bonitas que te servirán para lucir estas ramas. También es buena idea lavar un bote de cristal de garbanzos o judías verdes, que son más grandes, y adornarlos con cintas o dibujarles algo con rotuladores.

El poder de la imagen

Las fotos constituyen bonitos recuerdos que tu casa muestra orgullosa con cuadros colgados en paredes o encerradas en marcos sobre cómodas y mesillas. ¿Qué tal si de vez en cuando las cambias? Es verdad que desde que tenemos móviles, imprimir fotos apenas se estila, pero seguro que tienes algunas antiguas tiradas con cámara analógica por ahí. Y si la respuesta es no, no te preocupes: crea un collage con postales, entradas de cine, folletos de alguna exposición a la que hayas ido, los billetes de avión de tus últimas vacaciones, recortes de revistas…

Y ya que hablamos de las paredes, no todo van a ser imágenes. También queda genial que te ayudes de relojes de pared o de espejos, además de otros adornos. Recuerda que no hace falta que compres nada nuevo; solo cambia su ubicación. Para renovar la decoración solo hay que tener un poco de imaginación y cuidar el detalle. De esta forma se obrará el milagro y tu casa parecerá otra.

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