¿Tienes ganas de más?
Suscríbete a nuestra news para recibir recomendaciones, guías y temas de actualidad

¿Cómo cambiarán los hábitos de compra de vivienda tras el coronavirus?

Después de más de un mes quedándonos en casa, comenzamos a ver el hogar en el que vivimos de forma diferente. Algunos espacios se nos han quedado pequeños, ya sea para teletrabajar, hacer ejercicio o mantener la distancia frente a contagiados por el COVID-19 que viven bajo nuestro mismo techo. Tal y como afirma Marta Vilana, directora del área residencial de Forcadell, «hemos podido comprobar que la configuración de la mayoría de las viviendas actuales no están pensadas para que las personas pasen en ellas largos períodos de tiempo sin salir». Ante una situación tan excepcional nos preguntamos cómo cambiarán los hábitos de compra de vivienda tras el coronavirus.

cambio hábitos compra pandemia

La mayoría de los agentes del sector opinan que aún es pronto para definir los hábitos de consumo inmobiliario postcrisis sanitaria. No obstante, es muy probable que la búsqueda de vivienda atienda a distribuciones menos rígidas y marcadas por la tiranía de los tabiques. Así lo aseguran desde Metrovacesa: «Esta situación nos hará replantearnos la flexibilidad de nuestros hogares para que puedan evolucionar en el tiempo adaptándose a las necesidades cambiantes de sus ocupantes». Del mismo opina Teresa Marzo, directora general de negocio de Vía Célere, admitiendo que esperan que los clientes «comiencen a pensar en la versatilidad del espacio disponible en algunas estancias». Espacios exteriores, teletrabajo, cocina, baño o firma digital son algunos de los aspectos que podrían cambiar los hábitos de compra de vivienda tras el coronavirus.

El confinamiento nos ha hecho valorar más el espacio exterior. Jardines, terrazas y balcones serán clave para los compradores. Esta tendencia hará que la periferia refuerce su peso

Salir a los balcones a aplaudir a los sanitarios que están en primera línea todas las tardes es una de las nuevas rutinas de la ciudadanía. Tener una estancia al aire libre no solo nos ayuda con este gesto, si no que hace más llevadera la situación actual. «Con el aislamiento derivado de esta crisis sanitaria, contar con un espacio exterior en nuestra vivienda se ha convertido en un elemento muy importante», señala Carmen Román, directora comercial de Habitat Inmobiliaria. En este sentido, Ángel Matarranz, agente de Re/Max Urbe está seguro que «cualquier elemento exterior como jardín, patio, terraza, o al menos un balcón, así como la diferencia entre un exterior y un interior, va a pesar aún más en las decisiones de compra o alquiler».

El efecto outdoor alterará las prioridades de los que busquen una casa en el futuro, lo que habrá que la periferia gane puntos por una cuestión de precio y metros cuadrados. «Las viviendas en los centros urbanos pueden contar con balcones y terrazas, pero son las viviendas en las periferias las que cuentan con jardín«, remarca Andrea de la Hoz, analista senior de Tinsa. Los espacios exteriores siempre se han considerado un valor añadido, y después de esta crisis, serán todavía más apreciados. No obstante, aunque «los hábitos con respecto a las ubicaciones de compra no supongan un cambio drástico ni radical en su modo de vida», tal y como indican desde Metrovacesa, «los clientes podrían tener mayor predisposición a la periferia de las ciudades donde puedan tener más espacio».

La extensión del teletrabajo nos ha hecho prestar más atención a la oficina en casa. De consolidarse esta tendencia, el despacho pasará de ser un rincón en el salón a una estancia propia

Trabajar desde casa es la opción a la que han tenido que aferrarse muchas compañías para continuar con su actividad durante el estado de alarma, convirtiéndose en toda una necesidad. «Tanto empresas como trabajadores estamos descubriendo nuevas formas de optimizar tiempo, desplazamientos y recursos en aras de una mayor productividad», indica Matarranz. A medida que se afiance esta fórmula, nuestras casas deberán adecuarse. Román declara que buscaremos «disponer de una habitación extra para usar como despacho, o bien contar con más amplitud y poder ubicar la zona de trabajo dentro de otros espacios como, por ejemplo, el salón».

En la misma línea, Marzo deduce que «las personas con esta necesidad particular buscarán viviendas que les ofrezcan alternativas. No necesariamente tienen que contar con varias habitaciones, pero sí con posibilidad de modificar el uso según la ocasión». Sin embargo, con los niños en casa, es posible que en estos días nos hayamos dado cuenta de que trabajar en un área común de la casa es complicado, por lo que una zona de trabajo diferenciada entrará dentro de la lista de must have del comprador. «Disponer de un espacio diferenciado para trabajar dentro de una vivienda, sobre todo, si hay varios miembros en la familia con horarios diferentes y también niños, será clave para garantizar la productividad y viabilidad del teletrabajo», comenta De la Hoz.

Un espacio para hacer ejercicio, una cocina con mayor almacenamiento o un baño extra son algunas de las necesidades que podrían plantearse, aunque ninguna de ellas será esencial

El cierre de los gimnasios y la prohibición de hacer deporte en la calle nos han obligado a mantenernos en forma sin salir de casa. Ciertas rutinas de ejercicios demandan espacio, pero aunque «estos días en casa nos hacen pensar en lo que más y menos nos gusta de nuestras viviendas», comenta Román, «el espacio para practicar deporte no creemos que se convierta en un requisito para adquirir una vivienda». Así pues, ponerse en forma en casa no influirá demasiado en los hábitos de compra de vivienda tras el coronavirus. Lo que sí podría modificarse es la superficie requerida, por lo que a partir de ahora buscaríamos casas más grandes para la práctica de este hábito saludable, pero no una habitación específica. 

En lo que respecta a la cocina, la fiebre por la repostería y el acopio de víveres que ha traído consigo el aislamiento en casa tampoco harán que, a partir de ahora, el espacio dedicado a los fogones cobre relevancia. Matarranz piensa que «tener el suficiente número de armarios para guardar arroz, pasta y legumbres no será una obsesión en la mente de los compradores». Del mismo modo, la urgencia por tener más de baño, sobre todo, en aquellos hogares con enfermos por coronavirus tampoco marcará la búsqueda de vivienda.   Además, ya de por sí, «las viviendas se diseñan con unas determinadas proporciones de habitaciones y baños para ser operativas». Cualquier vivienda de obra nueva con más de dos habitaciones cuenta con dos baños.

Los promotores inmobiliarios están tomando nota de los cambios sociológicos que se están produciendo y sabrán responder a los nuevos hábitos de compra de vivienda tras el coronavirus

Aunque es pronto para realizar previsiones, nadie pone en duda que la crisis sanitaria influirá en los hábitos de compra de vivienda tras el coronavirus. Forcadell califica esta alteración como el «mayor experimento social» que hemos vivido en mucho tiempo. «No sabemos si estos cambios son una adaptación al exigido confinamiento o supondrán un cambio más profundo en la manera de vivir y de entender nuestros hogares», señala Vilana. Esta directiva afirma que «los promotores deben estar muy pendientes de la evolución de estas nuevas exigencias de la sociedad y valorar si en el medio plazo estos cambios sociológicos suponen cambios de demanda». Los profesionales no son ajenos a la metamorfosis que podría tener lugar, y estarán preparados para responder en consecuencia.

«Deberemos tomar conciencia de lo que esta situación está provocando y de las nuevas tendencias que puede generar», confirman desde Metrovacesa. Básicamente, esto será así porque «cuanto más acorde con las necesidades de la demanda sea un producto, mayor aceptación tendrá», explica De la Hoz. «El sector lleva varios años cambiando sus modelos, pensando siempre en el cliente y adaptándose», valora Marzo. Pero más allá de aspectos que ya se venían incorporando, como los gimnasios, las zonas verdes o las salas gourmet, va a haber «otros elementos cuya importancia vamos a valorar también estas semanas, como la domótica y los sistemas de climatización de casas pasivas, con el máximo ahorro energético«, matiza Matarranz.

El empleo de la tecnología por los agentes del sector inmobiliario saldrá reforzado tras la crisis del coronavirus. Herramientas como los tours virtuales 360º o la firma digital serán habituales

Si la tecnología inmobiliaria ya era un aspecto fundamental antes de la crisis, tras la pandemia será transcendental. Aunque la atención cara a cara seguirá teniendo una gran importancia, los tours virtuales, los sistemas de firma digital, las visitas 360º a las promociones, etc. han ganado una gran importancia y esta tendencia continuará», augura Román.  No en vano, «las empresas que han aplicado estas tecnologías han podido mantener su actividad de una manera más estable», justifica Vía Célere. «Esta crisis nos ha obligado en cierto modo a servirnos todavía más de la tecnología para que las ventas no se frenen y seguir en contacto constante con nuestros clientes», admiten desde Metrovacesa. «Los profesionales del sector ya tenemos que conocer todos estos medios digitales, y ahora será más fácil que nunca que el consumidor se adapte a ellos», mencionan desde Re/Max Urbe. Precisamente, los clientes que antes eran reacios a estas vías, ahora incluso las solicitan.

Respecto a la firma digital, su normalización se acepta como un hecho, aunque ciertos trámites seguirán siendo presenciales. Tinsa aclara que «hay actos clave necesarios para la firma de escrituras e hipotecas que deben ser presenciales, tal y como estipula la Ley 5/2019, reguladora de los contratos de crédito inmobiliario«. Según el agente de Re/Max Urbe, «hay documentos privados que no requieren de fe pública y son habituales en nuestro tráfico comercial, como las ofertas, reserva o señal, contratos de arras, contratos de arrendamiento, así como los propios encargos profesionales de venta o alquiler, con plena validez jurídica». En este sentido, las promotoras confirman que esta herramienta ha sido clave para seguir trabajando. «La totalidad de los contratos gestionados desde que empezó el confinamiento se han podido realizar gracias a este formato», corrobora Marzo. Igualmente, Román asevera que «estandarizar la firma digital es un paso lógico y beneficioso para todos». En un entorno cada vez más online, esta herramienta ahorrará desplazamientos, por lo que desde Metrovacesa consideran que» es muy probable que su uso se estandarice de ahora en adelante».

Publicidad