Cuando construimos un baño o lo reformamos, cambiar cortina por mampara, tanto para ducha como para bañera, es lo corriente. Esta elección no es baladí y tenemos que sopesar todas las opciones en el mercado, pues la estética no es lo único importante, también lo es la seguridad y la durabilidad.
Mamparas para duchas y bañeras
Para empezar, cuando vas a comprar una mampara, debes tener claras las medidas, ancho y alto, para que la mampara se ajuste y adapte perfectamente a las mismas. Si tu baño es pequeño, lo mejor es metro y medio de altura en bañera y dos metros en ducha.
En cuanto al material, elige un tipo seguro y resistente que, en el caso de rotura, no genere trozos cortantes. Los acrílicos y el vidrio templado son los que cumplen estos requisitos. Ahora bien, el primero es menos estético pero más barato, mientras que el vidrio o cristal templado es una de las mejores opciones en cuanto a estética y resistencia, pero es algo más caro.
En la instalación, se usa silicona, goma o caucho, sobre todo para sellar las juntas. Pero debes tener en cuenta que la silicona, aunque barata, amarillea con el tiempo y la humedad. En ese sentido, el caucho es mucho mejor, aunque te cueste algo más. Para las piezas de anclaje y tornillos, elige siempre materiales resistentes al agua y a la humedad. El acero inoxidable y los cromados son la mejor elección.
En cuanto a tipología, las mamparas pueden ser correderas, abatibles, incluso fijas. Las primeras son perfectas para baños pequeños pues no restan espacio, pero, por experiencia, limpiar algunos de sus rincones resulta casi imposible. Las abatibles presentan algunas desventajas como la necesidad de espacio para su apertura y el peligro de darles un golpe fuerte con algún sanitario u otros complementos y arañarlas o romperlas. En cuanto a las fijas, suelen ser sólo para bañeras y siempre que sólo cubran una zona parcial y dejen espacio para entrar y salir con comodidad.
No olvides el plano decorativo. Hay vinilos, pegatinas y motivos que se adhieren a la mampara para crear zonas opacas y más íntimas o, simplemente, para decorar. Son ideales sobre todo para cuartos de baño de niños.
Por último, aconsejarte que ante un gasto considerable como este, te tomes tiempo para comparar productos y precios, preguntar a profesionales y decidir todas las cuestiones anteriores. Si sigues estos consejos, la compra será todo un éxito y tu baño será seguro, funcional y bonito.
