Cómo evitar el estrés al hacer una mudanza

Trasladarse a un nuevo hogar, ya sea dentro de la misma ciudad o en otra a cientos de kilómetros, siempre supone una emoción renovada. Sin embargo, el proceso puede poner los nervios a flor de piel y no es extraño que la ansiedad, los agobios y las tensiones protagonicen buena parte de la aventura. Evitar el estrés al hacer una mudanza depende, en buena medida, de tu capacidad para afrontarla con paciencia y buena voluntad. Aunque si eres más bien impaciente hará falta algo más que unas tilas para aplacar las presiones.

Mantener una actitud positiva es el primer paso para mantener a raya el estrés. Quien más y quien menos sabe lo que implica cambiar de domicilio. Si bien es cierto que la emoción de los nuevos comienzos es indescriptible, nadie puede negar que, mal gestionado, el proceso puede resultar agotador. Por eso es importante afrontar la mudanza con perspectiva, tomarla no como un fin sino como un camino hacia una nueva etapa y disfrutarla concentrándose en los aspectos positivos.

La organización, fundamental

No solo de actitudes zen vive el hombre. O, lo que es lo mismo, por mucho que trates de mantener una buena disposición, si el caos se apodera de tu mudanza será difícil evitar las tensiones. Llegados a este punto la planificación se convertirá en tu mejor aliada.

Si tienes claro que vas a cambiar de residencia lo mejor es empezar a preparar el traslado con tiempo. Un par de meses de antelación pueden ser suficientes para empezar a organizar y llegar al momento culmen con los deberes hechos. Organiza un calendario de tareas y sé responsable con ellas.

Aprovecha para hacer limpieza

Seguro que has oído hablar del método de Marie Kondo y, a la hora de evitar el estrés al hacer una mudanza, los consejos de la gurú del orden pueden serte de gran ayuda. Practica el desapego y deshazte de todo aquello que, si bien en un momento de tu vida pudo serte de utilidad, ahora no te aporta nada. Los recuerdos están bien, pero acumular objetos y enseres durante años complicará bastante tu mudanza, por lo que ha llegado el momento de hacer limpieza.

Haz listas y tómate tu tiempo

Para que la organización de la mudanza sea efectiva debes tener claro dónde están y a dónde irán en cada momento tus cosas. Por eso, más allá de organizar tu calendario de tareas, es importante elaborar una lista más o menos detallada con todo lo que te llevarás. Puedes elaborarla en el momento de planificar tus jornadas de mudanza o ir haciéndolo conforme vayas recogiendo enseres. Sea cual sea el momento que elijas, llevar un inventario te será de gran ayuda para mantener tus nervios bajo control.

Empaquetar para triunfar

El empaquetado es otro de los aspectos clave de cualquier mudanza. Tanto es así que, en este capítulo no solo importa el qué sino el cómo. Dicho de otro modo, además de tener claro dónde están tus cosas utilizando, por ejemplo, etiquetas para las bolsas o, sencillamente, poniendo el nombre de la estancia donde va cada caja, debes elegir bien el sistema de almacenaje.

Cajas, bolsas, plástico de burbujas y similares serán tus mejores aliados para que tus enseres no se dañen. Aunque si quieres eliminar cualquier posibilidad de alterarte con esta tarea, siempre puedes recurrir a empresas especializadas que se ocupen de tu mudanza de principio a fin.

Kit de supervivencia

Debes tener claro que, aunque los momentos de mayor tensión se vivirán mientras preparas tu marcha, el desembarco en tu nuevo hogar también puede generar fricciones. No solo has de evitar el estrés al hacer la mudanza, sino también al completarla o, lo que es lo mismo, al llegar a tu nueva casa.

Poner en práctica las recomendaciones anteriores te ayudará a minimizar el riesgo de tensiones al aterrizar. No obstante, lo ideal es preparar un kit de supervivencia con tus imprescindibles para los primeros días. Tus básicos para el baño, el dormitorio, la cocina o el comedor te sacarán de más de un apuro en los momentos iniciales eliminando el riesgo de perder los nervios.

Mejor en compañía

Ya hemos dicho que implicar a la familia en la mudanza es una manera de convertirla en una actividad más entretenida. No obstante, si no tienes niños, no está de más contar con el apoyo de amigos. Hacer de tu traslado una jornada lúdico festiva en la que, además de ayudarte con las cajas, disfrutéis de momentos de charla, risas y bromas te ayudará a aliviar tensiones.

¿Tienes alguna otra recomendación para evitar el estrés al hacer una mudanza?

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