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Cómo guardar los muebles de jardín

El otoño ya está aquí. Por eso, es hora de que empieces a acondicionar tu casa para la llegada del frío, el aire, la lluvia y la caída de las hojas. El mobiliario de jardín será el primero que se verá perjudicado al encontrarse en contacto más directo con el cambio de estación. Si te propones guardar o proteger tus muebles, toma nota de algunas consejos.

5 consejos para guardar los muebles en otoño

  1. Para empezar, al igual que debes lavar la ropa de verano antes de guardarla, debes fijarte en los desperfectos que puedan tener los muebles antes de quitarlos del jardín. El objetivo es dejarlos presentables. Límpiales el polvo, cose alguna funda deshilachada, aprieta algunos tornillos o echa una última capa de barniz. De esta manera, se evitará su deterioro y se mantendrá en mejores condiciones de uso para el próximo año.

  2. Una vez lo hayas hecho, es conveniente que los cubras con unas fundas de plástico, bien envueltas con el refuerzo de una cinta adhesiva. También sería válido cubrirlas con unas sábanas blancas. Ésta es otra manera de evitar que la suciedad y las bajas temperaturas estropeen tu mobiliario.
  3. Puedes almacenarlos todos en un trastero aparte, si dispone de uno en tu plaza de garaje, si hay sitio y la que tienes es particular. Ésta es la mejor opción si el material de tus sillas o mesas de exterior es especialmente sensible a la humedad, como la madera, el mimbre u otras fibras vegetales.

  4. Si no tienes ninguna opción para alejar tus muebles exteriores de las inclemencias metereológicas, puedes mantenerlos bien protegidos al aire libre. No obstante, procura que se sitúen debajo de alguna zona del jardín cubierta, como un porche, una pérgola o un toldo.
  5. Durante los días que arrecie más el viento helado o caiga algún aguacero o chubasco, es conveniente que forres tus piezas con unos plásticos resistentes e impermeables. De esta manera, cuando salga el sol algún día cercano a la primavera podrás quitar los forros de plástico y disfrutar de un soleado día de entretiempo.

Las sillas de fibra natural, como los muebles de bambú, es más recomendable que se cepillen o limpiarles con un paño mojado o con aceite de linaza. ¿Se te ocurre algún método más?

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