Los falsos techos se utilizan para dar una terminación uniforme a un techo, que seguramente se haga de escayola. De este modo, la altura en el espacio se rebaja y se aprovecha la zona que no sea perceptible para ubicar instalaciones como las del aire acondicionado, calefacción, electricidad para la ubicación de la iluminación del lugar, etc.
Características de los falsos techos
Los falsos techos habitualmente se venden por plaquetas, de escayola por ejemplo, para acondicionar el espacio a nivel modular, aportando distintas terminaciones al mismo. Estos acabados a la vista pueden servir para pintar sobre ellos y dar una nota de color al conjunto.
Para sustentar el falso techo, hay que instalar una estructura que vaya anclada mediante perfiles equidistantes y tirantes a las vigas y bovedillas. Se debe proceder con herrajes metálicos que queden perfectamente sujetos para evitar que, en ningún momento las placas, aunque pesen poco, se puedan caer encima de la vivienda o local causando daños.
Los anchos de los paneles de escayola para falso techo suelen encontrarse en torno a los 60, 90 y 120 cm. Asimismo, pueden ser cuadrados o rectangulares, siendo fácilmente recortables para cubrir las zonas de superficie que no sean de escayola.
Estos perfiles pueden ser plásticos o metálicos, siendo más económicos los plásticos y más bellos los metálicos. Los paneles de escayola se pueden cortar para poder instalar luminarias, rejillas de ventilación, etc. La escayola es una buena barrera contra el fuego, dado que tiene una gran resistencia al mismo.
