¿En qué consiste la domótica? ¿Y la inmótica?
La domótica es la automatización y control integrado e inteligente aplicado a viviendas para gestionarlas energéticamente, mejorar el confort, facilitar la accesibilidad, aumentar la seguridad y potenciar las comunicaciones. Cuando esta tecnología se aplica a edificios no residenciales, como por ejemplo hospitales, centros comerciales, edificios de oficinas, edificios públicos, aeropuertos, etc, se habla de inmótica.
¿Qué aplicaciones prácticas tiene la domótica? ¿Cuáles son los beneficios que aporta la domótica a una vivienda?
Algunos ejemplos de aplicaciones prácticas son:
- El sistema domótico puede controlar la iluminación de nuestra casa. La aplicación más sencilla es encender automáticamente la luz de una zona cuando alguien accede a la misma o apagarla si no hay nadie. Otras aplicaciones son la regulación de la intensidad luminosa de cada zona en función de la hora del día, la luminosidad exterior, etc o la aplicación de escenas de luz predeterminadas en función de las necesidades de los propietarios.
- El sistema domótico también puede controlar la climatización. El sistema activa la climatización (refrigeración en verano y calefacción en invierno) en función de la estación del año y de la temperatura de confort, o en función de cualquier parámetro que hayamos previamente configurado.
- El sistema domótico también puede ayudarnos a tomar decisiones para ahorrar energía. Un equipo de monitorización de consumos nos puede avisar si se supera el nivel de consumo que hayamos establecido como máximo o nos puede suministrar información sobre los consumos por tipos de carga o circuitos eléctricos.
- También podemos reducir nuestro consumo incorporando un gestor energético al sistema domótico que nos permite dar prioridad a algunos circuitos por encima del resto de manera que desconectará los equipos menos prioritarios cuando se den las condiciones que hayamos decidido previamente.
Existen multitud de aplicaciones domóticas, tantas como nos deje nuestra imaginación. Con el objetivo de favorecer la implantación de la domótica en España, CEDOM elaboró una tabla de niveles de domotización. Esta tabla de niveles está disponible en la web de CEDOM y permite clasificar las viviendas por el nivel de domotización que tienen, estableciendo un mínimo a partir del cual una vivienda se considera domótica (nivel 1).
La domótica nos ayuda a ahorrar, a mejorar nuestro confort, incrementar nuestra seguridad privada y también la prevención de accidentes en el hogar (inundación, detección de gas, incendio, etc). Con la instalación de un sistema domótico se puede llegar a alcanzar ahorros del 25% o 30% en el consumo energético y la inversión que supone se puede recuperar, en algunos casos, en un horizonte de de dos a tres años. Todo dependerá del número de aplicaciones domóticas que incorporemos al sistema domótico.
¿La domótica es cara? ¿Por qué se ha extendido el lugar común de que este tipo de aplicaciones es costosa para los consumidores?
La domótica no es cara. El coste de implementar domótica en una vivienda dependerá de varios factores, pero los más determinantes son el número de funciones/aplicaciones y el número de dispositivos necesarios para realizar estas funciones deseadas. Justamente, CEDOM tiene disponible en su página web una herramienta mediante la cual se puede solicitar un presupuesto para saber qué costaría domotizar una vivienda. Tan solo es necesario introducir los datos de la vivienda y las funciones que deseamos que realice el sistema para saber cuánto nos costaría un sistema de control que cumpla con nuestras necesidades.
¿Cuál es el grado de aplicación de estas tecnologías en la sociedad española?
Antes de la llegada de la crisis inmobiliaria, se buscaba introducir la domótica en las viviendas nuevas, pero no hubo una gran apuesta por parte de los promotores y constructores, ya que el cliente potencial tampoco lo valoraba mucho a la hora de decidirse por qué vivienda comprar.
Ahora mismo hay muy poca oferta de vivienda nueva, trasladándose el mercado hacia la rehabilitación. Pero, en general, las empresas que se dedican a las reformas no suelen ser expertas en domótica, y eso provoca que no se oferte la posibilidad de incorporar domótica. En definitiva, el nivel de implantación de la domótica en España no es muy alto.
¿Cuáles son los motivos por los que la domótica no se ha implantado con mayor intensidad en las viviendas españolas?
Durante la época del boom inmobiliario, la domótica no fue un argumento de venta para las promotoras; en otras palabras, no por el hecho que una vivienda dispusiese de domótica hacía que el comprador se decantase por su adquisición. El principal reclamo que podía aportar la domótica era el confort ya que no se valoraba el ahorro y la eficiencia energética.
Actualmente, el ahorro y la eficiencia energética son muy importantes y la domótica ha evolucionado hacia aplicaciones que permiten obtener ahorros energéticos lo cual repercute en que el propietario de la vivienda verá disminuida su factura energética. Por eso, el sector se ha enfocado en promocionar estas soluciones con mayor aceptación por parte de los usuarios.
¿Cómo han afrontado los profesionales de la domótica en España la situación de crisis? ¿Cuál es la situación del sector de la domótica en la actualidad?
Tras el boom inmobiliario, el mercado de la domótica sufrió un cambio importante. El descenso que ha venido sufriendo el sector de la construcción desde el año 2008 significó el inicio de un periodo durísimo para el sector, cuya consecuencia inmediata fue la desaparición de muchas empresas, especialmente aquellas que habían optado por un modelo de negocio de fabricación e instalación de sistemas domóticos en grandes promociones de viviendas. No obstante esto, actualmente la demanda del mercado es hacia sistemas con soluciones enfocadas a la mejora de la eficiencia energética de las instalaciones, lo cual sigue siendo un valor añadido para las viviendas ya que representa un coste menor en la factura energética para el usuario.
La razón para este cambio de tendencia está relacionada con dos grandes razones. La gente cada vez está más concienciada con la eficiencia energética, es decir, la energía necesaria para producir un bien o servicio, y los costes energéticos no paran de aumentar y representan un porcentaje cada vez mayor de los gastos de la unidad familiar. Las empresas que han logrado sobrevivir a la crisis enfocan el presente y el futuro a corto plazo con cierto optimismo. Están empezando a surgir más proyectos que hace un año, lo que parece ser un cambio de tendencia en el mercado nacional.
¿Es la certificación de las instalaciones domóticas un elemento potenciador del sector?
La certificación de instalaciones domóticas buscaba aportar confianza al comprador a través de que un tercero. En este caso, AENOR, se encarga de verificar que la instalación se ha hecho de acuerdo a unos estándares de calidad definidos en un documento normativo. Este documento es el Informe Técnico UNE CLC/TR 50491-6-3 “Requisitos generales para sistemas electrónicos para viviendas y edificios (HBES) y sistemas de automatización y control de edificios (BACS)”, el cual AENOR permite certificar instalaciones domóticas de acuerdo a una clasificación de tres niveles (básico, intermedio o excelente). El Informe Técnico de AENOR define los requisitos mínimos que debe cumplir el sistema domótico, fijando las prescripciones generales de instalación y evaluación, y los diferentes niveles de domotización a nivel residencial.
¿Cuál ha sido la evolución de esta certificación? ¿Qué expectativas tienen de cara al futuro?
Por el momento, hay un número muy pequeño de certificaciones debido principalmente a la paralización del sector de la vivienda nueva. Los números actuales del sector construcción no nos dejan ser muy optimistas en el hecho de que haya un repunte de las certificaciones, aunque desde CEDOM seguimos creyendo que se trata de un buen mecanismo para aportar confianza al comprador de la vivienda.
¿Se puede aplicar la domótica al ámbito de la rehabilitación de vivienda, que es la tendencia que muchos expertos vaticinan que va a seguir el sector en el futuro, en detrimento de la construcción?
Se puede instalar domótica en cualquier tipo de vivienda, ya sea de nueva construcción o existente. No hay ninguna limitación, más allá de las físicas que puede tener una vivienda ya construida, aunque actualmente la técnica permite instalar domótica en cualquier vivienda existente sin problemas. El peso del mercado de la rehabilitación de viviendas existentes aún es pequeño, lo cual también ha contribuido a que el mercado de la domótica se reduzca de forma considerable en relativamente pocos años.
¿Es necesaria una mayor implicación de las administraciones en la extensión de la domótica en la vivienda?
Desde CEDOM creemos que sería muy positivo el hecho de que las administraciones apoyarán más la implantación de la domótica, ya que sigue siendo desconocida por una gran parte de la población. Las administraciones apoyan muchas iniciativas relacionadas con la eficiencia energética, pero la fomótica no está jugando un papel protagonista de estas campañas.
CEDOM ha desarrollado una sencilla metodología para contabilizar la aportación de la domótica a la certificación energética de viviendas y edificios. Se trata de un proyecto de cuatro etapas basado en la Norma UNE-EN 15232 “Eficiencia energética de los edificios. Métodos de cálculo de las mejoras de la eficiencia energética mediante la aplicación de sistemas integrados de gestión técnica de edificios”. Esta nueva metodología desarrollada por CEDOM ya se ha aplicado a tres edificios, consiguiendo que en dos se haya mejorado en una letra la certificación energética. CEDOM y el sector buscan que esta nueva metodología sea aplicada de forma masiva por el sector y aceptada oficialmente por la administración.