En los últimos años se han detectado una serie de fraudes relacionados con los alquileres vacacionales, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Entre las estafas más comunes destacan la del pago por adelantado o la suplantación de identidad, el conocido phising. Para evitarlos, desde esta organización aconsejan comparar precios y las condiciones de los arrendamientos en varias plataformas.
También consideran oportuno contratar un seguro de anulación y fijarse en si los precios se encuentran desglosados. Otro factor a tener en cuenta tiene que ver con las fotos engañosas, pues las estancias pueden parecer más grandes o luminosas. Asimismo, recomiendan dejarse llevar por las opiniones de otros inquilinos, siempre que estas estén verificadas.