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¿Cuál es el sistema de calefacción más eficiente?

La calefacción es el gran aliado de los hogares en los meses fríos. Asimismo, la premisa de cuidar el planeta está cada vez más instalada en la sociedad. Existen distintas opciones de calefacción en función del combustible empleado para calentar la vivienda. Algunos sistemas usan energías renovables para obtener calor, y se presentan como opciones que reducen el gasto y fomentan la sostenibilidad. Otras, las más comunes, usan energías fósiles como el gasóleo o el gas natural.

No es posible ordenar los sistemas de calefacción existentes de acuerdo a su nivel de  eficiencia porque dependerá de muchos factores. La climatología, así como la propia disposición de la casa condicionan la elección. Hay que tener en cuenta que las fuentes renovables siempre serán más eficientes que las fósiles, pero es posible que no puedas optar por la alternativa más sostenible en tu hogar. Echa un vistazo a estas opciones.

El sol como fuente de energía

En el puesto número uno se encuentra la energía solar térmica. Si quieres aprovechar el calor del sol para tu calefacción, lo más recomendable es la colocación de placas para aprovechar los rayos de luz. Es 100% eficiente porque no emite C02 y es fácil de instalar, además de ser más barata. No obstante, no puedes depender únicamente de esta energía. Debe ser un  sistema de apoyo complementado con otros sistemas.

Geotermia y aerotermia

Las bombas de calor geotérmicas usan la temperatura de la tierra o del agua de un pozo para suministrar calefacción. Por otra parte, la aerotermia extrae la energía contenida en el aire para generar calor en las estancias. Tienen un alto rendimiento, con una alta clasificación energética, y no elevan la factura. Se combinan con radiadores, ventiloconvectores o suelo radiante.

La geotermia es mucho más eficiente que la aerotermia, pero necesita de una inversión mayor. Es necesario realizar previamente un estudio de minas para ver si es viable o no. La aerotermia, por su parte, presenta más límites. No debemos olvidar que estas opciones, al obtener la calefacción mediante una bomba de calor, necesitan de electricidad.

Biomasa como opción ecológica

Las calderas de biomasa funcionan con un combustible que  se obtiene directamente de la naturaleza (pellets de madera, huesos de aceituna, residuos forestales…). Sin embargo, esto no quiere decir que no contamine, pues en el proceso de combustión se emiten gases que pueden ser tóxicos. El proceso es sencillo: el combustible se quema produciendo una llama horizontal. Esta entrará en la caldera haciendo que el calor generado se transmita al circuito de agua en el intercambiador. Aunque no sea barato, generalmente hay subvenciones públicas para su instalación. Como desventaja destacar que los pellets ocupan más espacio y tienen un poder calorífico menor.

Gas: el más común de los hogares

Este combustible se quema limpiamente y produce menos emisiones que otros combustibles como por ejemplo el gasóleo. Es la energía más usada en los hogares españoles para generar calor. Se divide en dos subtipos:

  • Gas natural. Es la mejor opción porque no hay que preocuparse por su almacenamiento. En cambio, en las zonas alejadas de las ciudades no suele haber suministro.
  • Gas propano. Perfecto para casas grandes o pequeños núcleos de población donde no hay suministro de gas natural. La instalación es más compleja y necesitan un depósito especial.

Gasóleo, a la cola en sostenibilidad

El gasóleo es quizás el perdedor en este ranking. Normalmente, está más presente en aquellas viviendas que, o tienen una instalación antigua o no tienen acceso al gas natural. Contamina más y tiene un coste más alto.

Tanto si usas energías renovables o no para la calefacción, ¿qué opinas sobre el tema?

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