Cuando no hay otra opción que vivir de alquiler en un piso compartido con una o varias personas, hay que decorar el escaso espacio con el que se cuenta lo mejor posible para que tu habitación no acabe convirtiéndose en un caos. En los tiempos del coronavirus que nos ha tocado vivir, contra con un espacio privado ordenado es más importante que nunca, sobre todo, si debemos permanecer aislados frente a nuestros compañeros. Decorar la habitación de un piso compartido con acierto se basa en la elección de determinados elementos con los que ahorrar metros cuadrados y almacenar de forma inteligente.
¿Cómo decorar la habitación de un piso compartido? El secreto está bajo el lugar donde duermes. Apuesta por una cama con canapé abatible o por cajas de almacenaje
Ya seas estudiante o estés trabajando, necesitarás no solo un lugar donde descansar, también para estudiar o trabajar con el ordenador, más aún en estos momentos de confinamiento. Habrá que distribuir los muebles muy bien en los escasos metros cuadrados, con el fin de aprovechar bien la superficie de la que dispongas. La cama y el escritorio son los must de la habitación. Su presencia es innegociable.
Debido a que normalmente, las habitaciones en pisos compartidos suelen ser reducidas, habrá que tener un poco de imaginación. Si por ejemplo, la estancia es pequeña pero tiene el techo alto, decoraremos hacia arriba. Esto es, la cama se dispondrá más alta de lo normal con el fin de colocar debajo cajas que usarás de almacenamiento. También puedes apostar por una cama que venga con los cajones y estanterías de serie, tanto debajo como en el cabecero. O bien, por un canapé abatible.
Las ideas para ahorrar espacio en una habitación de alquiler van desde la clásica cama abatible hasta el sofá cama, que nunca falla. Para la ropa y los zapatos, lo mejor son las fundas específicas
Otra opción para ahorrar espacio es decantarse por una cama abatible. Cuando no la utilices durante el día podrás guardarla. Lo mismo puedes hacer con la mesa de trabajo o estudio. Puedes tenerla cerrada y abrirla solo cuando vayas a usarla.
También tienes la opción de comprar un sofá cama, así tendrá una doble función y cambiará el aspecto de la habitación. Durante el día, el sofá puede ser el perfecto complemento gamer adicto a los videojuegos o el lugar ideal para ver películas en alguna plataforma de streamig.
En cuanto al armario, el secreto es la organización. Debes aprovechar cada espacio que brinde este mueble para colocar tus enseres. Los recursos que puedes emplear para el almacenaje son muy variados, pero para un espacio vertical lo mejor son las fundas flexibles para ropa y complementos que podrás colgar de la barra. Para la estantería de arriba, también tienes cajas de tela que se adaptan perfectamente. La variedad de tamaños es increíble.
Los zapatos suelen ser el artículo de vestir que peor parado sale en el reparto de espacio. Existen muebles bajos ideales para colocar a la entrada, en el recibidor, así como zapateros verticales con cajones en los que organizar sin problema el calzado. Sin embargo, las zonas comunes no siempre dependen de ti. Si en el armario ya no te queda sitio, las cajas de plástico especiales para zapatos caben en cualquier sitio. ¿Hacemos un hueco bajo la cama?
La pared del escritorio es un lienzo en blanco que debes organizar correctamente. Los murales de escritorio te permiten clasificar papeles, colocar material de oficina o planificar tu calendario
Es recomendable que la mesa del escritorio esté siempre despejada para no perder tiempo buscando unos determinados apuntes o proyectos. Pero más allá de la mesa, tenemos la pared de enfrente. En sus módulos tendremos un organizador para el escritorio en el que se repartirá desde un calendario con los deadlines o exámenes hasta un corcho para las notas urgentes, además del material de papelería recurrente.
En cuanto a los papeles, no los dejes en la mesa de cualquier manera en caso de que los cajones con los que suele estar provisto el escritorio no sean suficientes. Hay sistemas de almacenamiento en la pared que no son sofisticados ni costosos, y que incluso puedes hacer tú mismo. Estas carpetas de colores te servirán para clasificar tus últimos trabajos o documentos importantes.
En caso de que te sobre espacio, emplea esos metros cuadrados extra para crear un rincón especial en la habitación de tu piso compartido. Desde un sofá clásico a uno colgante y rompedor
Para ponerle el punto y final a tu habitación en piso compartido, nada mejor que darse algún capricho decorativo. Esta sugerencia solo es válida si después de ser rígido con el uso del espacio, sobra algún rincón al que haya que darle algo de vida. Una de las mejores ideas es que diseñes un lugar en el relajarte, por ejemplo, un rincón de lectura, algo que puede venir muy bien ahora que estamos encerrados en casa. Un sofá orejero cómodo será convertirá en tu mejor aliado.
Pero la butaca de tus sueños puede que no esté apoyada en el suelo, sino que cuelgue del techo. Los asientos colgantes son un complemento estético plenamente funcional y, además de mecerte, no acumularán polvo debajo.
Si ya has agotado todo los recursos para aprovechar los metros cuadrados de la estancia, puedes agrandarla, pero visualmente. Esto se consigue colocando algún que otro espejo. También es una buena idea pintar las paredes de colores claros, tales como el blanco, o dándole mucha luz a la habitación. Esta última alternativa llévala a cabo con cortinas de tejido fino y, por supuesto, con tonos luminosos.
El objetivo es que te sientas a gusto en tu espacio. ¿Qué otros trucos se te ocurren para decorar la habitación de un piso compartido?
