Una de cada diez viviendas en Barcelona está vacía. Es lo que se desprende de las cifras del Instituto de Estadística catalán, que señala que, en la capital catalana existen un total de 88.000 pisos sin habitantes. Detrás de este indicador se encuentra el cambio experimentado por la burbuja inmobiliaria y las ejecuciones hipotecarias.
Según denuncia la PAH, la existencia de este gran número de viviendas sin utilidad ha provocado la burbuja del alquiler y los desahucios por impago de rentas y el trabajo en precario. De igual modo, denuncian que en Cataluña existen alrededor de 320.000 familias que sufren pobreza energética y más de 11.500 personas que no tienen hogar.
