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El casero actual tiene dificultades económicas para reformar las viviendas que alquila

Poner una vivienda en alquiler tiene una serie de gastos e imprevistos que hay que hacer frente.

El perfil actual del casero dista de la imagen de especulador que suele predominar en el imaginario colectivo. De hecho, se trata de personas con recursos limitados. Por un lado, tendríamos un grupo compuesto por pensionistas cuya vivienda está siendo administrada por sus hijos. «Los familiares descendientes necesitan una garantía de pago, que se alquile rápidamente y de forma continua, puesto que la renta que perciben del alquiler es un complemento para pagar el coste de la residencia», señala José Ramón Zurdo, director general de la Agencia Negociadora del Alquiler. El otro gran grupo de propietarios está formado por herederos.

El problema común a ambos grupos es el estado de la vivienda, «de entre 60 y 70 años de antigüedad, y que han estado entre 15 y 20 años en alquiler sin realizar ningún tipo de actualización o mejora y ahora que le toca salir al mercado con una oferta de productos en mejores condiciones, y tienen que gastar una cantidad importante de dinero», revela Zurdo, añadiendo que «hemos comprobado que el propietario tiene una economía muy ajustada y poner una vivienda en alquiler tiene una serie de gastos e imprevistos que hay que hacer frente».

Redacción/pisos.com

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