El número de viviendas vacacionales en Tenerife ha caído un 20% como consecuencia del coronavirus, lo que ha elevado hasta los 3.000 los inmuebles destinados a este uso que han desaparecido. Se trata de una estimación realizada por la Asociación Canaria del Alquiler Vacacional (Ascav), que apunta que muchos propietarios que alquilaban sus pisos por cortas temporadas han tenido que pasarse al alquiler tradicional debido a la falta de ingresos.
El gerente de la asociación, Javier Martín, indica que esta reducción es la consecuencia de que propietarios, que no podían esperar a que se reactivase el sector turístico porque necesitaban los ingresos que obtenían a través de sus pisos vacacionales, hayan cesado la actividad y recurrido al alquiler tradicional.