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El despertar de la hipoteca fija

No deja de ser curioso que, ahora que el Euríbor está en los mínimos más mínimos de la historia, se pongan de moda las hipotecas fijas. La razón del regreso de este tipo de interés estable parece estar en la incertidumbre que rodea la evolución del Euríbor. Si bien esta inseguridad es inherente a las hipotecas variables, parece ser que ahora esta inquietud está más a flor de piel porque se entiende como lógico que, habiendo caído tanto, sus próximos pasos sean hacia arriba.

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Por otra parte, la conveniencia de una hipoteca fija desaparecía cuando se echaba un vistazo a la oferta disponible, que no bajaba del 5%-6%. Así, a no ser que el Euríbor subiera de forma extraordinaria, las hipotecas fija no compensaran. Las ofertas actuales bajan incluso del 3% a medida que el plazo de amortización se acorta. Por ejemplo, Sabadell impone un 3,25% si la hipoteca es a 30 años, pero baja al 2,9% si es a 20. Por su parte, Bankinter ofrece un 2,05% si la vida del crédito es de 10 años, moviéndose entre el 2,40% y 2,75% para plazos de entre 15 y 20 años.

La gran ventaja de la hipoteca fija es que sus beneficiarios gozan de un control absoluto sobre su presupuesto, dado que la cuota mensual será siempre la misma durante toda la vida del préstamo. La otra cara de la moneda es que, para que el interés sea atractivo, hay que decantarse por un plazo de amortización reducido, lo que implica mucho ahorro previo. Asimismo, las olvidadas comisiones de apertura o estudio de las variables son de uso común en las fijas, a lo que se suma una subrogación más cara.

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Al final, todo depende de la capacidad económica de cada uno y de lo inclinado que se esté hacia un escenario más o menos conservador. Todos conocemos el riesgo que implica la volatilidad de un índice como el Euríbor, dado que cuando este alcanzó una tasa mensual del 5,393% en julio de 2008 hizo temblar los cimientos de muchas economías familiares. Aunque el Banco Central Europeo (BCE) sigue inyectando liquidez, la actual situación que atraviesa Grecia podría desestabilizar la trayectoria a la baja a la que nos tenía acostumbrados el Euríbor, que pasó de enemigo a amigo para muchos hipotecados a la hora de revisar sus cuotas.

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