Desde el pasado 29 de abril, fecha de su puesta en marcha, el Fondo Social de Viviendas (FSV) ha suscrito 2.883 contratos de alquiler. Una cifra que se sitúa por encima de la mitad del total de 5.891 viviendas con las que arrancó, según las estadísticas aportadas por el Gobierno.
Entre las condiciones de estos arrendamientos destacan una renta de alquiler que oscila entre los 150 y los 400 euros mensuales, con un límite máximo del 30% de los ingresos netos totales de la unidad familiar, así como una duración de dos años, los cuales podían ser prorrogables a otro año adicional.