El lirio de San Juan es una planta decorativa, perenne y de buen olor. Es conocido también como lirio de día debido a que sus flores se abren al amanecer y se mueren al anochecer durando solo un día.
Proviene de Asia pero muchas de sus especies se han naturalizado en Europa.
Flor de un día
Sus flores duran poco tiempo pero el periodo de floración es muy largo. Cada flor que muere es sustituida por otra al día siguiente.
El periodo de floración comienza a finales de primavera y suele durar hasta comienzos del otoño, aunque depende de la variedad de lirio de la que se trate.
Sus flores son grandes y vistosas, y desprenden un agradable olor a azahar. Su color habitual es el naranja aunque podemos encontrarla en una gran variedad de tonos. Su fruto es una cápsula redonda con semillas negras y brillantes.
El lirio de día es muy utilizado para aportar colorido en superficies relativamente grandes.
Retira las flores marchitas o estropeadas para prolongar la floración. Se adapta perfectamente a jardineras y contenedores.
No se usa en arreglos florales por el escaso tiempo de vida que tiene la flor aunque si la utilizas como flor cortada volverán a salir nuevas flores en el mismo tallo durante varios días.
Las flores de algunas especies son comestibles, son una buena fuente de hierro y vitamina A. Su gama de sabores va desde el picante al afrutado, pero hay que tener cuidado y no confundirse con otras especies de lirios que son muy tóxicos.
La medicina tradicional asiática le atribuye propiedades analgésicas a sus tallos y raíces. Varias investigaciones han demostrado su eficacia para combatir tumores en humanos.
Se adapta a todo tipo de suelos siempre que estén bien drenados y no sean demasiado áridos. Hay cultivarlo en otoño a una profundidad que no supere los 3 centímetros de la superficie.
Hay que regarlo cada dos días, procurando que el terreno esté siempre húmedo.
¿Decoras con plantas aromáticas?
