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El segmento residencial será de los primeros en salir de la crisis

Gerard Marcet
socio fundador de Laborde Marcet.

Leyes de limitación del alquiler, nuevos paradigmas fiscales y cambios de tendencias por la pandemia. En este periodo de incertidumbre provocado por la crisis de la Covid-19, conocer las certezas que ofrece el mercado inmobiliario residencial es un factor fundamental para invertir en uno de los pocos sectores que aseguran rentabilidad hoy en día. Durante la pandemia se ha abierto una ventana de oportunidad durante la que los inversores han podido acceder al mercado inmobiliario a precios más competitivos, lo que ha apuntalado todavía más a nuestro sector como un “valor refugio” para aquellos que querían proteger su patrimonio y asegurarse una rentabilidad constante en el corto y medio plazo.

En este contexto, el residencial es un segmento que se ha visto afectado tanto por la crisis generada por la pandemia como por las medidas adoptadas por el Gobierno en materia de alquileres, un ámbito en el que Cataluña está ahora mismo en el punto de mira. De hecho, el reciente principio de acuerdo que el PSOE y Unidas Podemos habrían alcanzado para congelar las rentas del alquiler en las zonas más tensionadas durante un plazo mínimo de tres años también puede llegar a suponer un punto de inflexión de cara al comportamiento de los inversores en residencial.

En pleno plan de vacunación internacional, con un cada día menor número de contagios y mientras se da luz verde a la paulatina relajación de las medidas sanitarias, la prioridad de gran parte de los inversores es apostar por los activos más estables con una rentabilidad de entre el 3% y el 6% sin contar con el efecto del apalancamiento financiero, que puede elevar dicha rentabilidad hasta el 8,5%. El segmento residencial es, junto al retail, el que en estos momentos estimamos que va a registrar una mayor demanda en los próximos meses debido a la reactivación del consumo y la vuelta del turismo. La incertidumbre retrasará la recuperación del resto de segmentos hasta el 2022.

El mercado de la vivienda siempre genera oportunidades para muchas tipologías de inversor

Llegados a este punto, podemos decir que se han ido cumpliendo todas las previsiones. En los últimos 12 meses ha habido mucho movimiento, y aquellos que han sido valientes y han contado con liquidez para invertir ahora están aprovechando el ‘efecto rebote’ alcista. Cualquier crisis es un periodo en el que es fundamental estar muy atentos a lo que sucede para poderse mover con velocidad y en el momento adecuado, siendo el de la vivienda un mercado que siempre genera oportunidades para muchas tipologías de inversor.

Por último, seguirá siendo fundamental que los bancos continúen dando acceso a la financiación a un buen precio, algo que parece que seguirá siendo así de la mano de las políticas monetarias del BCE, pues el gran movimiento en el mercado de la vivienda lo genera la financiación hipotecaria. Mientras haya financiación y la demanda siga siendo solvente, el mercado residencial saldrá reforzado y saneado de esta crisis, más pronto que tarde.

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