Con el permiso del dormitorio, el salón es el espacio de relax por excelencia. Pero para que cumpla con nuestras expectativas de confort es importante elegir bien los elementos que formarán parte de su diseño. El sofá esquinero es, con diferencia, una de las opciones más seductoras. Este tipo de piezas no solo invitan a descansar. También son perfectas para delimitar ambientes e, incluso, para ampliar el espacio de almacenaje del hogar.
El sofá esquinero es ideal para salones amplios. Incluso cuando el espacio no es demasiado generoso puede convertirse en un gran aliado para el confort y la organización de la sala
Su gran versatilidad es uno de sus principales atractivos. Con solo una pieza puedes aprovechar al máximo cualquier ángulo de la estancia y el mercado pone a tu disposición un sinfín de modelos. Sin embargo, no siempre resulta sencillo encontrar la mejor ubicación.
Elegir el material del sofá es el primer paso. Si bien tradicionalmente se ha pensado en tapizados de terciopelo para este tipo de asientos considerados clásicos, con el tiempo, los modelos han evolucionado.
Hoy en día tienes a tu disposición multitud de alternativas para todos los estilos. Y si lo que quieres es mantenerlo en perfecto estado durante más tiempo, siempre puedes apostar por unas fundas.
Por lo general, los sofás rinconeros o en L -como también se les conoce- son ideales para salones grandes. Aunque siempre que lo coloques pegado a la pared bajo una ventana generosa, lucirán espectaculares en salones de cualquier tamaño.
Eso sí, a la hora de elegir, no olvides buscar la proporcionalidad y armonía con el resto del mobiliario. Combinados con una sencilla mesa auxiliar o de centro podrás crear rincones de lo más coqueto.
Lejos de limitarlo a un rincón, el diseño de este tipo de sofás los convierte en piezas más que recomendables para propuestas de interiorismo open concept. En proyectos que apuesta por la integración de los espacios, utilizar tu sofá rinconero para delimitar los diferentes usos de la sala imprimirá al conjunto una personalidad única.
En función de cómo coloques este tipo de sofás dentro del salón podrás incluso aprovechar la parte que no quede pegada a la pared para crear una zona de trabajo, un área de juegos para los niños…
Otra alternativa perfectamente válida para colocar tu sofá en L es convertirlo en el rey absoluto del salón. Sea o no un diseño de planta abierta, siempre que cuentes con el espacio suficiente para garantizar la movilidad en el interior, ubicarlo en el centro de la estancia le conferirá un protagonismo indiscutible.
La funcionalidad de los sofás esquineros no se limita al interior. Sí, son la joya del salón. Pero ¿por qué no trasladar su atractivo y funcionalidad a tu patio, terraza o jardín? Si cuentas con un espacio al aire libre suficientemente generoso, las reuniones con amigos, las tardes de lectura o las siestas -entre otras muchas situaciones- ganarán en atractivo con una pieza como esta.
Ya sea como parte del diseño del salón o de tu zona estancial al aire libre debes tener presente que los sofás rinconeros son, por lo general, piezas de un tamaño más grandes de lo habitual
Incluso si optas por un diseño apto para un salón pequeño, sus dimensiones pueden resultar visualmente más pesadas que otras alternativas. Puedes salvar este pequeño hándicap sirviéndote del resto del mobiliario. Unos muebles bajos y ligeros serán tus mejores aliados.
La funcionalidad de los sofás esquineros va más allá de la delimitación de los espacios. Los hay que incluyen espacio de almacenaje en la base. Otros se convierten en generosas camas. Y muchos apuestan por incorporar una chaise longe para añadir un toque de elegancia a la propuesta. Hay mucho donde elegir.
Si las soluciones del mercado no terminan de convencerte siempre puedes apostar por el DIY. Los sofás hechos con palets son tendencia, sobre todo en exteriores. Aunque también cabe la posibilidad de incorporar sofás rinconeros de obra al salón para aprovechar al máximo cualquier escenario.
¿Eres más de sofá esquinero o de piezas independientes?
