¿Eres nómada digital? Así debe ser la casa en la que vivirás de alquiler

Lo que hace apenas unos años era casi anecdótico es hoy una realidad que gana adeptos. El auge del teletrabajo no solo ha transformado el escenario profesional. Las opciones que permite el trabajo en remoto han abierto la puerta a un estilo de vida muy distinto al tradicional. Para los conocidos como nómadas digitales, vivir en un lugar fijo ya no es una obligación. Se trata, más bien, de una elección temporal cuyas posibilidades se multiplican en la misma medida que lo hace este colectivo de profesionales.

Esta creciente comunidad de trabajadores que combinan movilidad y tecnología busca viviendas que se adapten a su naturaleza particular: estancias más o menos breves, comodidades incluidas y una ubicación estratégica. Desde este punto de vista, el alquiler temporal es una solución que puede dar respuesta a sus demandas, una tendencia flexible y versátil que representa un mercado incipiente en nuestro país. ¿Eres nómada digital y buscas tu próximo destino? Aquí van algunas claves para que tu experiencia de vida sin ataduras se ajuste a tus expectativas.

¿Qué es un nómada digital?

Los nómadas digitales son, en su mayoría, profesionales que trabajan de forma remota. Esto incluye desde trabajadores por libre de todo tipo de gremios, hasta emprendedores, creativos y empleados de empresas que han adoptado el teletrabajo como parte de su estructura. Entre sus principales señas de identidad está una tendencia casi irrefrenable a la movilidad. Suelen desplazarse cada pocos meses, explorando diferentes ciudades o países mientras cumplen con sus obligaciones laborales.

Este estilo de vida requiere una flexibilidad que las opciones tradicionales del mercado de la vivienda no siempre ofrecen. Tal vez por eso proliferan fórmulas residenciales alternativas como el coliving o los alquileres temporales. Estos últimos son una tendencia al alza dentro del mercado del alquiler. Y no solo porque en algunas ciudades permitan ‘esquivar’ algunos de los puntos más conflictivos de la Ley de Vivienda. También porque permiten contratos más cortos, condiciones más flexibles y, en muchos casos, viviendas completamente equipadas.

Una alternativa habitacional para los nuevos profesionales

Más allá de criterios estéticos o de diseño de interiores, lo cierto es que una de las características básicas que debe tener tu casa si eres un nómada digital es que sea flexible. Pero no desde el punto de vista de la distribución. La idea es que sea capaz de responder a tus necesidades de movilidad al tiempo que a tus pretensiones de precio, ubicación….  Desde este punto de vista, los alquileres de temporada representan una alternativa habitacional interesante por varias razones.

La primera de ellas tiene que ver con el hecho de que el objetivo es cubrir la necesidad de vivienda por un tiempo determinado. A diferencia de los alquileres tradicionales, estos arrendamientos de temporada no se destinan a vivienda habitual y permanente. El artículo 3 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) los define como aquellos alquileres celebrados en fincas urbanas «por temporadas, para una actividad industrial, comercial, artesanal, profesional, recreativa, asistencial, cultural o docente, cualquiera que sean las personas que los celebren”. De este modo no tienen un límite máximo o mínimo de duración del contrato (aunque normalmente no llegan al año) sino que la misma viene determinada por lo que acuerden las partes.

Las diferencias con respecto al arrendamiento convencional no terminan ahí. El contrato de alquiler debe recoger las condiciones particulares del acuerdo: desde si están cubiertos servicios básicos como agua, internet o electricidad (en muchos casos sí), hasta el equipamiento, pasando por indicar tanto el tiempo de duración del contrato como la finalidad del mismo o el domicilio habitual del inquilino. Cualquier aspecto que no quede reflejado en el contrato quedará sometido a la normativa correspondiente (la Ley de Arrendamientos Urbanos y el Código Civil).

Por otro lado, también es importante tener en cuenta que, si bien la renta será pactada por las partes, la fianza queda establecida por la LAU en dos meses. Por lo general, arrendador y arrendatario deben respetar la duración del contrato. No obstante, puedes negociar con el propietario e incluir expresamente la posibilidad de desistir del mismo aunque ello suponga una penalización. Algunos arrendadores, conscientes de la naturaleza temporal de estos alquileres, ofrecen condiciones más flexibles, permitiendo salidas anticipadas sin cargos adicionales aunque, preferiblemente, con un preaviso.

¿Alquiler de temporada? ¡Sí ,quiero!

La mayor rentabilidad y la propia flexibilidad son dos de las ventajas que ofrecen a los propietarios este tipo de alquileres pero ¿conoces sus atractivos para un nómada digital como tú? El principal es que resultan una opción ideal para quienes no quieren comprometerse a largo plazo.

La mayoría de este tipo de viviendas están completamente equipadas. De este modo se elimina la necesidad de hacer gastos extras que luego podrían suponer un obstáculo para una nueva mudanza. Al tener una mayor flexibilidad en lo que a requisitos se refiere, el proceso es mucho más ágil permitiendo que tu mudanza sea mucho más rápida y abriendo la puerta a multitud de opciones residenciales. Desde coquetos estudios hasta apartamentos de lujo, hay opciones para todos los gustos y presupuestos.

Madrid y Barcelona son dos de las ciudades que concentran la mayor oferta de viviendas temporales aunque también son muy demandados destinos como Valencia, Sevilla, Málaga o Canarias. En ciudades más pequeñas y comarcas rurales el alquiler temporal también a ganando terreno, captando la atención de quienes prefieren tranquilidad a precios más asequibles. Y tú, ¿con cuál te quedas?

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