Días más largos, mercurios que marcan temperaturas más suaves, horas de sol... No hay duda. La primavera ha llegado para quedarse y, con ella, una nueva oportunidad para renovar la decoración del hogar. Esta época del año es sinónimo de explosión la vitalidad. Tanto es así que estampados florales, colores y tejidos vaporosos se cuelan en el hogar para añadir un toque de frescura a los interiores.
De entre todos los detalles que puedes renovar, los textiles son una de las opciones más agradecidas. Con una inversión mínima puedes conseguir grandes resultados. En este capítulo, las ventanas te brindan un escenario de lujo para comprobarlo. Atrás quedaron las jornadas de frío en las que unas buenas cortinas contribuían a mantener el calor de hogar. Es momento de apostar por un cambio y los estores de primavera son perfectos para decir adiós a las cortinas, temporal o definitivamente.
Las ventanas son un elemento a tener en cuenta a la hora de renovar la decoración y, recién iniciada la nueva estación, nada como estrenar estores de primavera y decir adiós a las cortinas
Los has visto una y mil veces pero por si aún no tienes claro lo que son te diremos que se trata de un tipo de cobertura de ventana de una sola pieza que, generalmente, se enrolla o pliega verticalmente mediante un cordón o cadena. Su misión principal es tamizar la luz y garantizar cierta privacidad, aunque todo dependerá de sus características particulares.
Es frecuente, sin embargo, usar el término indistintamente para hacer referencia a estores o cualquier otro tipo de cortinas enrollables. La diferencia principal es que, los primeros están fabricados con tejidos técnicos, esto es, aquellos que cuentan con propiedades específicas. La resistencia a la humedad, a las bacterias o el polvo, por ejemplo, son algunas de ellas.
En todo caso, es el factor de apertura -del 1, 3 ó 5%- lo que convierte a estas soluciones en una opción perfecta para la primavera. En función del mismo proporcionan una mayor o menor visibilidad y protección frente a los rayos UV. Incluso, existen estores opacos o translúcidos aunque son menos frecuentes para la decoración del hogar.
El diseño es otra de las bondades de los estores de primavera. Como ocurre con las cortinas, hay propuestas para todos los gustos, estilos y bolsillos. Además de poder elegir entre estores enrollables o plegables, podrás añadir un toque de personalidad a tus interiores apostando por unos acabados únicos.
Los estampados de inspiración tropical, por ejemplo, son perfectos para una decoración primaveral. Ya sea en la cocina, el baño o el salón, añadirán un toque de alegría a tus estancias.
El estilo que elijas para tu hogar también puede ayudarte a dar con los estores de primavera más apropiados. Una pieza con motivos geométricos será perfecta para ambientes modernos o minimalistas. En la misma línea, los estampados de flores acompañarán a la perfección un ambiente rústico, colonial o shabby chic.
Dependiendo del estilo que busques para la decoración de tus interiores puedes elegir entre estores lisos o estampados con colores que añadan un toque de inspiración a tu hogar
En cualquier caso, si prefieres optar por unas cortinas enrollables lisas, los colores serán grandes aliados. Amarillos, verdes, naranjas... Deja que la paleta cromática inunde tu hogar de vitalidad y tendrás una decoración primaveral ¡perfecta!
Más allá del diseño en sí, es importante tener en cuenta el tejido con el que están fabricados los estores. Como decíamos líneas atrás, de él dependerá en buena medida que puedan considerarse como tal o entren en la categoría de cortinas enrollables.
Aunque los materiales más habituales para su confección son el poliéster o el PVC, el mercado ofrece multitud de soluciones alternativas. El lino, el algodón y otras fibras naturales también son materias primas ideales para unos estores de primavera de los más inspirador.
Si aún no tienes claro por qué elegir estores de primavera y decir adiós a las cortinas es la mejor opción aquí va un bonus track. Los textiles son complementos imprescindibles en el hogar y, en este caso, cumplen una doble función.
Por un lado visten las ventanas, pudiendo elegir entre multitud de diseños que enriquecerán la propuesta de interiorismo de cualquier estancia. Pero además, tienen un marcado carácter práctico ya que son garantes de la intimidad, al tiempo que protegen tu hogar de la incidencia de los rayos del sol y ¡hasta se pueden motorizar!