Bien sea por capricho o por necesidad, una persona tendrá que realizar reformas en su vivienda, sumando los gastos que conllevan a los propios de la hipoteca por la compra del inmueble. Para evitar sorpresas, es importante conocer las alternativas de financiación y su coste.
- Préstamos. Las condiciones se incluyen en las de los créditos personales: tipo de interés en torno al 8% y entre 5 y 7 años de plazo de amortización. No obstante, es conveniente revisar la oferta completa de préstamos personales pues, en función del importe solicitado, plazo y vinculación con una entidad, se pueden conseguir bajo condiciones más atractivas.
- Hipotecas. Hay bancos y cajas que conceden hipotecas para reformar la vivienda, pero no es recomendable para quienes necesiten pequeños importes, pues los gastos de apertura pueden llegar a ser superiores que el coste íntegro de las obras.
Además, cabe recordar que el 2012 se perfila como un buen año para acometer reformas pues, en virtud del Real Decreto-ley 5/2011, los contribuyentes cuya base imponible sea inferior a 71.007,20 euros anuales, podrán deducirse el 20% de las cantidades destinadas a reformas. Eso sí, éstas deben ir en la línea de la eficiencia energética, la higiene, la protección del medio ambiente o favorezcan la accesibilidad, entre otros objetivos.