Comprar

Guía para comprar un piso con inquilino


¿Por qué comprar una vivienda alquilada?

Comprar una vivienda para ponerla en alquiler es una de las inversiones más seguras. Un inmueble es algo tangible, que se revaloriza con el tiempo y que no tiene la volatilidad de otros productos de inversión. Cada vez son más los pequeños ahorradores que siguen los pasos de inversores con trayectoria y se lanzan al ladrillo con el fin de rentabilizar un activo residencial y obtener unos ingresos fijos mes a mes.

Frente al modelo tradicional -comprar, reformar, alquilar-, se está imponiendo una fórmula que ofrece rentabilidad y estabilidad desde el primer día: adquirir una propiedad con un contrato de alquiler ya en vigor. Dentro de este mercado operan profesionales como Alquizen, que no solo posee una cartera de viviendas alquiladas a la venta, sino que se encarga de todo el proceso.

La principal ventaja de comprar un piso ya alquilado es que ofrece ingresos desde el primer momento. Esto facilita prever la rentabilidad y tener un flujo de caja regular, algo muy valorado por inversores que buscan activos estables sin necesidad de involucrarse en reformas ni buscar inquilinos. Vamos a ver en detalle los motivos que justifican apostar por esta inversión inmobiliaria:

Haz que tu vivienda trabaje por ti

Comprar para alquilar ha demostrado ser una inversión muy rentable. Si bien es cierto que el precio de la vivienda sigue al alza, también lo hace el alquiler, lo que hace que la rentabilidad se haya mantenido muy estable en los últimos años. Según los datos de pisos.com, la rentabilidad bruta del alquiler está en torno al 6,5%, pero hay capitales que superan este resultado. En Alquizen ofrecen más de 1.000 viviendas con una rentabilidad bruta anual de alrededor del 8%

Ahorra tiempo y dinero

La selección del inquilino puede ser un proceso agotador. Al comprar una vivienda ya alquilada no tienes que publicar anuncios, gestionar visitas, filtrar candidatos ni realizar entrevistas. Todo ese proceso -que puede durar semanas o incluso meses- ya está resuelto. Al contar con un inquilino ya validado, con un buen historial de pagos, se reduce el riesgo de impagos, conflictos o rotación temprana. Si valoras tu tiempo, es la mejor opción.

Lo mismo pasa con las posibles reformas. En el mercado hay viviendas a la venta con un gran potencial para alquilar, pero tendrás que destinar parte de tu presupuesto a obras, en el mejor de los casos, solo de actualización, pero en ocasiones implicarán una reforma integral. Una casa alquilada no es que esté lista para entrar a vivir, es que ya hay alguien viviendo en ella. Esto reduce la incertidumbre y mejora la rentabilidad desde el primer día.

Ingresos pasivos de verdad

Cuando hablamos de ingresos pasivos estamos haciendo referencia al famoso vivir de las rentas al que muchos aspiran. Sin embargo, cobrar mensualmente un alquiler por tu casa no es tan sencillo como parece. El alquiler es una verdadera fuente de ingresos pasivos cuando no requiere de tu intervención activa como propietario. Toda la gestión estaría automatizada o en manos de profesionales.

Imagina no tener que hacer visitas, negociar precios ni atender a procesos administrativos. No estar involucrado en procesos como reformas, selección de inquilinos o la gestión del cobro o de las incidencias ayuda a tomar decisiones más racionales y menos impulsivas. Todo esto se traduce en una mayor eficiencia.

Alquilar sin preocupaciones

Emplear tu tiempo en lo importante es todo un lujo. Por eso, comprar una vivienda ya alquilada es una gran idea, ya que te permite delegar toda la gestión en auténticos profesionales. Si tienes un dinero ahorrado y estás buscando una oportunidad inmobiliaria que te proporcione una rentabilidad atractiva y sin complicaciones, dejar que una empresa se encargue de todo te permite cobrar sin preocuparte por nada más.

La gestión integral previene impagos, resuelve problemas como averías rápidamente y mejora la experiencia del inquilino, lo que reduce el riesgo de rotación. Además, estos profesionales se encargan de aplicar correctamente la normativa vigente referente a actualizaciones de renta, fianzas o comunicaciones legales. Y lo más importante: te aseguran el cobro puntual. Por ejemplo, Alquizen paga el día 10 de cada mes.

Esto es lo que tienes que tener en cuenta

Una vez vistas las ventajas de comprar una vivienda con inquilino, queda claro que comprar una vivienda ya alquilada puede ser una excelente opción de inversión, pero solo si se ajusta a tu perfil y objetivos. Además, antes de dar el paso debes prestar atención a diferentes aspectos para tomar una decisión informada:

Consulta los términos del contrato

La transparencia es esencial, por eso debes tener acceso al contrato del alquiler de la vivienda que te interese comprar, para saber si las condiciones son ventajosas y sostenibles en el tiempo. Esto es fundamental porque estarás asumiendo unos términos ya pactados, sin posibilidad de renegociarlos a corto plazo.

Aspectos como la duración, la renta mensual, las condiciones de renovación (si existen cláusulas de prórroga obligatoria o tácita), el inventario de la vivienda o si la fianza está depositada legalmente en el organismo correspondiente son aspectos que no debes pasar por alto porque definirán tanto tus ingresos y como las limitaciones.

Revisa el historial del inquilino

Un inquilino estable y solvente reduce riesgos y asegura una rentabilidad continua. Es por ello que debes interesarte por el historial de pagos de la persona o personas que habitan la casa que vas a comprar. La empresa debe proporcionarte cualquier información que necesites para garantizarte el cobro y así evitar problemas en el futuro.

Recuerda que un buen inquilino se define por no retrasarse en el pago de la mensualidad, pero también por no dar problemas a la comunidad de propietarios. No está de más que te intereses por averiguar si existen denuncias por ruidos molestos, daños a las zonas comunes o agresiones verbales o físicas a algún vecino.

Analiza la rentabilidad al detalle

Para saber cuánto dinero vas a ganar hay que hacer números, dado que al rendimiento de una vivienda en alquiler hay que descontarle gastos como las cuotas de la comunidad, el IBI o los seguros. La rentabilidad neta es la que importa, no la renta bruta. Además, la gestión tiene un coste que suele descontarse de la mensualidad. En función de los servicios que contrates, tu beneficio será mayor o menor.

Compara con viviendas sin inquilinos

A largo plazo, una vivienda sin inquilino suele resultar más costosa que una que ya está alquilada. Es la diferencia entre partir de cero o que te lo den todo hecho. En cualquier caso, no dudes en hacer una prospección en tu zona de interés. Es posible que encuentres un chollo, pero tendrás que sumar al precio la reforma integral. También tendrás que encargarte de investigar si la casa está en un barrio con demanda de alquiler sostenida, de si la vivienda tiene cargas, además de todo lo relacionado con la publicación del inmueble, las visitas, la selección del inquilino, etc.

Asegúrate de que encaja contigo

Para saber si comprar una vivienda con inquilino es una inversión hecha a tu medida, debes hacer un ejercicio de reflexión, sobre todo, focalizándote en tus recursos económicos y en el tiempo que quieres dedicar.

  • Quieres rentabilizar tu inversión desde el primer día. Una vivienda alquilada ya está generando rentas. No tienes que esperar a ponerla en el mercado ni asumir periodos en los que no está habitada. Se trata de una fuente de ingresos inmediata y sin sobresaltos.
  • Buscas estabilidad a largo plazo. Si tienes una aversión al riesgo elevada y te defines como un inversor conservador, comprar una vivienda ya alquilada donde la gestión está delegada es un acierto. Podrás prever con precisión tus ingresos y tus gastos porque el factor especulativo está descartado.
  • No vas a necesitar la vivienda a corto plazo. Hay que respetar el contrato en vigor, y este tiene una duración determinada. Si no te preocupa disponer del piso libremente o no quieres destinarlo a otro uso o venderlo en un espacio determinado, te interesa.
  • Valoras tu tiempo por encima de todo. Ni obras, ni licencias, ni mantenimiento. La gestión integral te libra de esto, así como de las visitas y de la negociación con inquilinos. Es una inversión pensada para quien quiere recibir ingresos sin dedicar tiempo ni energía al papeleo, algo muy interesante si no vives en la misma ciudad o tienes varios inmuebles en alquiler.
Publicidad