Cuando se enumeran los factores que más influyen al alza en el precio de una vivienda, una buena localización suele ser el aspecto que más encarece una casa. Pero en esta lista también hay otros elementos que hacen que el valor de una propiedad sea más alto. Desde una superficie generosa hasta la existencia de terraza, pasando por una orientación más favorable a la eficiencia energética, son muchos los componentes que entran en la ecuación, y la existencia de ascensor también juega un importante papel.
Solo hace falta un vistazo a la oferta inmobiliaria de pisos en edificios en bloque para darse cuenta de que un quinto sin ascensor cuesta mucho menos que uno que sí cuente con este extra instalado en la finca. A medida que el comprador tiene más edad, la presencia de ascensor incluso puede ser definitiva para que se decida por la compra de la vivienda en cuestión. Ventajas como la comodidad y la accesibilidad llevan a los compradores a pagar más por un piso ubicado en un bloque donde hay instalado uno de estos aparatos.
Más impacto a medida que se aumenta la altura
Según el último Censo de Población y Viviendas del Instituto Nacional de Estadística (INE), del total de viviendas principales situadas en edificios de 10 o más viviendas, alrededor de 7,2 millones son accesibles, mientras que algo más de 2,5 millones no lo son. Aunque la accesibilidad queda definida por diferentes ingredientes, el ascensor es el principal, y sin duda, a medida que crecen los tramos de escalera para llegar a casa, el precio de la misma se resiente: hasta un 30%, según los expertos.
Este porcentaje debe interpretarse sin perder de vista que la altura determina el impacto de la presencia o ausencia de un ascensor. Obviamente, no será lo mismo un primero que un octavo sin ascensor. De lo que nadie duda es que las viviendas en los pisos superiores serán menos atractivos y, por tanto, más baratas, si no hay ascensor, dado el esfuerzo físico que implica. Cuando esta instalación existe, estos mismos pisos se ven con otros ojos, y otros criterios como las vistas o la luz natural cobran relevancia cuando queda resuelto el obstáculo de subir escaleras.
La antigüedad del ascensor: elemento en contra
Pero más allá de que un edificio tenga ascensor, está el tipo de elevador con el que cuente, ya que no todos son iguales. De hecho, aunque su mera presencia suba el precio del inmueble, la horquilla va del 10% al 20% en función de cómo sea el mismo. Así, encontramos edificios antiguos que se construyeron con ascensor pero que ha quedado prácticamente obsoleto.
Todo el mundo tiene en mente esos habitáculos estrechos y mal iluminados que se averían constantemente. Esta clase de elevadores implican, por lo general, un gasto en mantenimiento que repercute de forma significativa en la cuota de la comunidad, y esto es algo que los compradores tienen muy en cuenta. Además, suelen ser escasamente eficientes, lo que también eleva la factura eléctrica comunitaria.
No todos los ascensores son iguales: ¿Eléctrico o hidráulico?
El precio camina en paralelo a la modernidad del ascensor. Si está recién instalado, es muy probable que el vendedor, que seguro que ha tenido que hacer frente a una derrama, quiera recuperar buena parte de lo invertido. Actualmente, los ascensores que se instalan en los bloques de viviendas son de dos tipos: eléctricos o hidráulicos. Además de en su funcionamiento, también difieren en precio, consumo y mantenimiento.
Los ascensores eléctricos son los más comunes dentro de los edificios residenciales, ya que pueden cubrir más alturas y distancia, y se mueven a buena velocidad, aunque con algo más de ruido que los hidráulicos, que suelen ser más silenciosos. En el pasado requerían más espacio, mientras que los hidráulicos no necesitan sala de máquinas, pero ahora se han modernizado y se ajustan a huecos cada vez más pequeños. Por su parte, los hidráulicos necesitan menos mantenimiento y reparaciones.
Ten en cuenta los planes de futuro del edificio
La rehabilitación es un reto necesario para ganar en sostenibilidad, por eso se fomenta la instalación de ascensores en los edificios de viviendas más antiguos. Como comprador, debes considerar que, el ahorro que podría suponerte adquirir una vivienda en una finca sin este tipo de aparato podría volverse en tu contra si la comunidad de propietarios tiene pensado poner uno en un breve espacio de tiempo.
Además de conocer estos planes antes de dar el sí al inmueble, debes hacerte una idea de cuánto te costará colaborar financieramente en su instalación una vez te conviertas en vecino de pleno derecho. De este modo, sabrás si ha merecido la pena comprar un piso alto sin ascensor. Una cabina sencilla para un edificio de unas tres plantas supone una inversión de entre 8.000 y 10.000 euros por vecino, además de un incremento en la cuota de la comunidad. Haz números y decide.