Seguro que en más de una ocasión has experimentado esa inconfundible sensación de llegar a casa y respirar. Esa satisfacción que proporciona el momento de cruzar el umbral de la puerta en el que te sientes ‘en casa’ es lo que se conoce como homefulness. Al menos, eso es lo que se interpreta desde que Tiffany Warr Smith la empleara por primera vez en su libro The Book of Human Emotions.
El homefulness aún no es muy conocido entre el gran público que, sin embargo, sí conoce de sobra la sensación de placer que se experimenta al llegar casa y a la que hace referencia el término
La traducción literal del término hace referencia, básicamente, al «placer de llegar al lugar al que perteneces». Esa mezcla de seguridad, confort y calidez es una de las sensaciones más placenteras para cualquier mortal. Sin embargo, para poder emplear la palabra con propiedad, no sirve solo con poner un pie en el interior. La casa debe transmitir esa emoción y hay algunas recomendaciones básicas que puedes poner en práctica para conseguirlo.
Aunque la publicación original tiene más de un lustro, el término ha vuelto a ponerse de moda gracias a ciertas influencers que tienen su particular manera de entender este concepto. Para la profesional del orden Mar Ferré, por ejemplo, la clave está en «poner consciencia y atención plena a la experiencia de cualquier actividad realizada en casa».
No solo en lo que atañe al propio hogar como limpiar o cocinar, sino en cosas como vestirse, hacer la cama… A partir de ahí, se trata de «transformar las rutinas de casa en rituales» o, lo que es lo mismo, dejar fluir las emociones mientras hacemos las tareas del hogar propias del día a día.
Para que te sientas pleno de homefulness hay que buscar aliados y el orden es, sin duda, uno de los más importantes. Una casa desordenada no invita a la relajación. Todo lo contrario. Si quieres que tu hogar te reciba lleno de energía positiva debes dejarlo como quieres encontrarlo.
Nada de platos sucios en el fregadero, ropa tirada o la cama sin hacer. Resuelve cualquier tarea que pueda alterarte tras un duro día de trabajo para que la vuelta al hogar sea realmente placentera.
Colores, formas y hasta materiales pueden contribuir a sentir el homefulness aunque una de las claves imprescindibles para alcanzarlo es mantener el orden y la limpieza dentro del hogar
La apuesta por la sencillez es, por lo general, una garantía de orden. Tanto es así que la limpieza visual es otra de las claves de una decoración que invita al homefulness. Armarios y cajones te ayudarán a simplificar los escenarios proporcionándote recursos muy valiosos para tener todo ordenado y alejado de miradas indiscretas.
Ese cierto aire minimalista no significa que no haya espacio para la decoración, nada más lejos de la realidad. De hecho, decorar el hogar a tu gusto hará que sientas tu casa como un auténtico hogar y, en consecuencia, te acercará a esa sensación placentera a la que se refiere el término. Los colores claros, son una buena manera de crear una atmósfera que invite al relax, aunque hay más.
El mobiliario es otro de los aspectos a los que debes prestar atención. Las esquinas o las formas excesivamente geométricas pueden resultar algo hostiles. Sin embargo, mesas y sofás con bordes sinuosos trasladarán a tus espacios una sensación más amable.
Los tejidos y materiales naturales llevan varias temporadas siendo tendencia, eso no es nuevo. Sin embargo, lo que tal vez no habías pensado es que su incorporación a la decoración de tu hogar te acerca un poco más a la experiencia homefulness. Dormir entre sábanas de lino, caminar descalzo sobre una alfombra de yute en verano, sentarte a disfrutar de tu serie favorita mientras almuerzas en una mesa de madera natural… La suma de todo crea escenarios acogedores a los que cuesta resistirse.
Y lo mismo ocurre con las plantas. Su capacidad para propiciar el bienestar es incontestable por lo que darle a tu hogar un toque natural en forma de vegetación tampoco está de más.
¿Qué te parece el homefulness como tendencia para practicar en el hogar?
