Hay que tener en cuenta que el sustrato es un elemento que, en jardinería, merece toda nuestra atención. Debemos procurar que siempre se mantenga suelto, rico y con buen drenaje. Ya que así las plantas crecerán con un buen desarrollo y el suelo estará preparado para afrontar mejor las plagas y las enfermedades. ¿Cómo podemos mejorarlo?
Hacer un buen sustrato
Un truco para mejorar el sustrato y tierra de nuestro jardín es plantar cultivo verde, lo que después se convertirá en abono verde. Se cultivan plantas que enriquecen aportando nitrógeno a la tierra y acumulando en sus tejidos elementos minerales. Cuando estas plantas crezcan las cortaremos con el único objetivo de que nos sirvan de acolchado
Los nutrientes orgánicos liberados por este acolchado verde son desde vitaminas hasta azúcares e incluso antibióticos que el resto de plantas después van a aprovechar muy bien. Otra ventaja del cultivo verde es que al dejar que sus raíces mueran en la tierra, estas ayudan a mejorar la estructura del sustrato, aumentando la capacidad de absorber el agua y su drenaje.
¿Cuáles son estas plantas para crear abono verde? Las más efectivas son las leguminosas (alverja, tréboles, haba, etc.), las gramíneas como la avena o las crucíferas como la col o la mostaza blanca. Hay algunas más pero es cuestión de investigar.
Por supuesto, también hay productos que se venden en tiendas de jardinería y son mejorantes del sustrato.
Es el caso del famoso humus de lombriz, el coco y la perlita para airear el sustrato o la dolomita.Estos mejorantes propician un buen aireado y un aumento del volumen de la tierra. Una buena mezcla es poner partes iguales de turba, fibra de coco y perlita.
La cal es un remedio casero muy eficaz mejorando el suelo, la tierra y el sustrato en jardinería. Es muy utilizada incluso por los profesionales, ya que sirve para neutralizar la acidez de la tierra, mejorar la estructura del suelo, liberar los nutrientes de otros productos como el humus y, lo más importante, aporta un nutriente fundamental para cualquier planta, el calcio.
Así que es una forma de añadir alimento a las raíces muy efectiva, que evita que tengamos que añadir otro tipo de abonos. La arena de río y el carbón molido se consideran elementos que mejoran el sustrato de forma natural, sin aditivos artificiales o industriales. Es cuestión de probar.
