En 2015, la dudosidad del crédito inmobiliario se redujo en todos los campos (adquisición, compra de terrenos, rehabilitación y construcción) según un informe de la Asociación Hipotecaria Española (AHE). A este indicador se le ha añadido la notable mejora de la economía y el mercado laboral, así como la labor realizada por las entidades de crédito con respecto a la gestión de sus carteras dudosas.
El seguimiento de los créditos dudosos en el sector de la vivienda se ha constituido como uno de los principales termómetros de la salud de la evolución del sector. Parar medir este indicador se tienen en cuenta diferentes aspectos, como el patrimonio negativo, retraso generalizado en los pagos, estructura económica o financiera inadecuada, pérdidas continuadas o flujos de caja insuficientes para atender las deudas.