Entre enero y agosto, la compraventa de viviendas en la provincia de Teruel descendió un 9,35%. La cifra marca un nuevo mínimo histórico, al situarse estas operaciones en un total de 1.319 inmuebles vendidos durante ocho meses. Por el contrario, en la vecina provincia de Zaragoza este indicador aumentó un 3,32%. En Huesca lo hizo un 2,61%.
Esta situación es debida a dos problemas. De un lado, los efectos de la burbuja inmobiliaria que estalló hace una década. De otro, la despoblación. Y es que en Teruel se está produciendo una pérdida continua de habitantes, lo que ha convertido al sector inmobiliario de la provincia en uno de los que más se resienten económicamente.