Si hay un utensilio que no puede faltar en tu caja de herramientas de bricolaje, ése es el alicate. El término procede de la voz árabe ‘al-laqqat’, que quiere decir tenaza, y procede de la familia de utensilios de sujeción. Los alicates, por tanto, son herramientas imprescindibles para diversas tareas de bricolaje, por lo que, antes de asegurar que tienes tu maletín completo, deberás comprobar que tienes, al menos, una de éstas.
Hay una tarea en la que necesitarás un alicate sí o sí, ésta es el trabajo de montaje electrónicos. En cuanto a su forma, es una tenaza metálica que está provista de dos brazos. Se suele emplear para sujetar elementos pequeños o cortar y modelar conductores. En electricidad se utilizan, por ejemplo, para coger componentes para soldar o desoldar.
Por otra parte, están provistos de unas fundas, algo que tienen en común con el resto de herramientas que se emplean en electricidad. Esto evita que traspase la corriente eléctrica a las manos de las personas que lo está manejando.
Tipos
Hay diferentes tipos de alicates. Cada uno de ellos tiene una función diferente. Están los planos, que son los más comunes. Tienen la boca cuadrada ligeramente estriada en su interior y los brazos algo encorvados que sirven para doblar alambre o sujetar piezas pequeñas, entre otras cosas.
Por otra parte, puedes encontrar los alicates redondos. Estos se diferencian de los planos en que terminan en dos piezas cilíndricas o cónicas, además de emplearse sobretodo, para doblar alambres en forma de anillo. En cuanto a los alicates de corte, tienen una boca formada por dos dientes afilados de acero templado.
También están los alicates combinados, que se pueden emplear para diversos usos. Sin embargo, si lo que quieres es coger algo con fuerza, entonces deberás seleccionar uno que sea de presión. Pero si lo que quieres es el alicate universal, te diremos que tiene tres partes bien diferenciadas: una pinza robusta, unas mandíbulas estriadas y una sección cortante. Sirve para todo, para enroscar, desenroscar, apretar, aflojar, cortar un alambre o pelar un cable.
