La construcción de vivienda en venta es el negocio tradicional de las promotoras inmobiliarias en España. Sin embargo, dado los cambios sociales y habitacionales que se están produciendo, se empieza a barajar la posibilidad de la edificación destinada al arrendamiento. Testa considera que «con un sector residencial en pleno auge, salvo que a alguna promotora le pueda interesar reducir riesgo, no es ahora mismo una operación interesante».
Por ahora, las SOCIMI son las que están comprando inmuebles ya construidos para ponerlos en alquiler. «Ante la falta de producto hemos explorado la fórmula de comprar partes del inmueble y también de adquirir pisos dispersos, aunque estos son una parte muy pequeña de nuestra cartera», destaca Fernando Acuña, presidente del Consejo de Administración de VBare.