La riqueza financiera neta de las familias vuelve a dar una buena noticia a los hogares españoles. Esta riqueza es la diferencia entre los ahorros y los préstamos concedidos y no significa que los españoles sean más ricos que hace un año. Sino que la caída del crédito y el menor endeudamiento de las familias hace que la diferencia entre ahorros y préstamos se haya incrementado en los últimos doce meses. En junio marcó su máximo dato con 1,111 billones de euros, un 31% más respecto a 2013, según el Banco de España.
Los activos financieros de los hogares, que corresponden a dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta,aumentaron hasta los 1,946 billones de euros, mientras las deudas acumuladas alcanzaron 835.706 millones de euros, su nivel más bajo desde septiembre de 2006.
